Así no hay quien invierta en planes de pensiones

Comentaba la directora de una sucursal de Banco Santander que en los últimos años a raíz de la crisis e incluso un poco antes los clientes habían empezado a mostrar su descontento acerca del rendimiento de los planes y fondos de pensionesen general. En este caso el sentimiento no puede ser más acorde a la realidad. Y es que la rentabilidad que ofrecen ambos productos de ahorro para la jubilación dista de ser ‘extraordinaria’ e incluso la adecuada para una inversión tan importante -no tanto desde el punto de vista de capital que se puede acumular como en el plano personal-.

Según las últimas cifras de la consulta Mercer, la rentabilidad global de los fondos de pensionesespañoles registraron una rentabilidad del 0,1% en agosto debido y acumulan un rendimiento del 3,4% en los últimos doce meses. En principio parecen buenos datos, pero la cosa cambia cuando observamos el ranking por categorías:

  • Fondos de pensiones de renta variable no zona euro -1,6%

Estos datos también se pueden consultar en Inverco, que además ofrece una división mucho más detallada según el tipo de plan de pensiones. En un entorno económico de incertidumbre, se puede observar como sólo los productos de renta fija consiguen ofrecer un rendimiento positivo a sus partícipes, lo cual supone un problema para muchos ahorradores.

Pero no sólo se trata de una cuestión de rendimiento. El problema con los planes de pensiones y el ahorro para la jubilación en general se compone de otros elementos como la falta de alternativas y de formación por parte del ciudadano medio. En este sentido, desde la citada sucursal se apuntaba a los planes de ahorro garantizado como una alternativa al ahorro tradicional a largo plazo, pero también aquí nos encontramos con algunos inconvenientes -el principal es el escaso beneficio de estas alternativas-.

Diversos gurús de las finanzas personales apuntan a los fondos de inversión como la mejor opción para construir un capital para la jubilación. Sin embargo, esta vía de inverisón no está exenta de desventajas. A su favor juega que se trata de una buena fórmula para crear una cartera equilibrada y que no son necesarios tantos conocimientos financieros para invertir en fondos.

Pero no todo es positivo. Los fondos de inversión también implican realizar una gestión activa de nuestro dinero, precisamente uno de los puntos débiles del ahorrador español. Tal y como ocurre con los planes de pensiones, resulta necesario revisar la localización de activos y el perfil de la inversión cada cierto tiempo, pero todavía son muy pocos los partícipes en planes y fondos que realmente lo hacen. Es decir, hay que ‘mover’ los planes de pensiones y no tener miedo a cambiar de uno a otro que se ajuste mejor al perfil inversor -en teoría, más riesgo a menor edad y menor riesgo según se acerque la edad de jubilación-.

Al final, lo que ocurre es que los planes de pensiones son la fórmula de ahorro a largo plazo más sencilla para la inmensa mayoría, además de verse beneficiada por importantes deducciones fiscales. En teoría, basta con contratar un plan  y dejar que el dinero crezca, pero la realidad es bien diferente -los planes no dejan de ser inversiones en determinados activos que además asumen una serie de riesgos-. Aunque si no hemos aprendido tras el descalabro de 2008 y 2009, puede que no lo hagamos nunca.

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