Bolsa y politica

Bolsa y políticos no se llevan bien

A la bolsa no le gustan los políticos. Es un hecho. Los inversores prefieren campar a sus anchas son la presencia de políticos que puedan alterar el normal curso de los acontecimientos con sus declaraciones y promesas que después no serán capaces de cumplir. Por eso mismo, cuando los políticos están de vacaciones y más tranquilos, el mercado aprovecha para subir.

Bolsa y politica

No es nuevo que bolsa y política no congenian. De hecho, esta tormentosa relación hasta tiene un nombre «Congressional Effect» o efecto del congreso, traducido al castellano. El término se lo debemos al gestor de fondos Etic Singer, que incluso creó un fondo denominado Congressional Effect Fund para sacar provecho de su teoría, que publicó en 1992 en un artículo titulado: “Legislator, Go Home! –How Congress Can Help the Stock Market”.

La premisa de este efecto Congreso es sencilla: cuando los político están de vacaciones la bolsa sube. Así lo constató Singer. Entre 1965 y 2008 el S&P 500 se revalorizó una media diraria del 0,31% los días que el Congreso tenía sesión y un 16,15% los días que los congresistas no trabajaban. Si tomamos los datos de 2008, la diferencia es aún mayor: las sesiones con los políticos activos supusieron una caída del 12,45% en todo el año por la subida del 8,81% cuando los políticos no estaban debatiendo. Esto demuestra lo poco que al mercado le gustaban las medidas de los políticos para combatir el estallido de la crisis hipotecaria en 2008.

En términos generales y como destaca en un artículo José Luis Cárpatos, el 90% de las ganancias del Dow Jones y el 70% de otros índices clave en la economía desde 1897 se producen los días que el Congreso no se reúne. Además, la volatilidad es también más baja cuando no hay sesión que cuando sí la hay, como si el mercado recogiese así la incertidumbre de que el político de turno presente una idea que pueda afectar negativamente a la economía o a un sector clave. Esto hace que un dólar invertido en 1897 basándose en esta estrategia de operar sólo cuando no hay sesión del congreso serían en 201 216 dólares por los dos dólares que tendríamos en ese mismo periodo si sólo hubiésemos invertido los días que trabajan los congresistas.

Entre 1897 y 2004, el Congreso estuvo cerrado 12.657 días en los que el Dow Jones obtuvo el 93,3% de sus ganancias totales. El resto llegaron en los 16.919 días que los congresistas sí estuvieron reunidos.

Dan ganas de apagar las pantallas cada vez que se reúnen los políticos ¿verdad? Y si no fuesen por las comisiones al operar, seguro que muchos se lo plantearían. ¿La alternativa? ETFs sobre índices o invertir en el fondo de Singer que hemos mencionado, el Congressional Effect Fund.

Imagen – Songquan Deng / Shutterstock.com

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