Bruselas disparará el tabaco de contrabando con la nueva directiva

Los estanqueros son conscientes del futuro incierto que se les avecina, si finalmente desde Bruselas se aprueban las modificaciones a la Directiva Europea de Productos de Tabaco (TPD), que entre otras medidas, impondrá la venta de un producto homogeneizado y oculto al cliente y por tanto, criminalizado, a pesar de que su venta siga siendo legal. De ahí, que el presidente de la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España, Mario Espejo, afirme que se empujará a los consumidores a un mercado ilegal que contará con mayores ventajas que el legal, y llevará a la ruina a más de medio millón de detallistas de tabaco en la Unión Europea.

De ahí, que hayan preparado una comisión para frenar lo que desde Bruselas tratan de imponer a sus ventas.  El objetivo es que los políticos europeos escuchen a los expendedores de toda Europa, y tengan en cuenta sus ruegos a la hora de redactar directivas, que perjudicarán no sólo a ellos, sino también a los menores de edad y al Estado en general.

Las medidas que temen los estanqueros

La Directiva Europea de Productos de Tabaco se encuentra en estos momentos en la fase de discusión en la Comisión Europea, de la que saldrá el borrador que deberá ser aprobado por el Parlamento Europeo. La nueva directiva verá la luz el próximo año y establecerá un calendario de aplicación para su cumplimiento por parte de los Estados Miembros. De prosperar las medidas que se estudian en la Comisión, la entrada en vigor de la nueva directiva  supondría la ocultación del producto por parte de los expendedores, la prohibición de maquinas expendedoras, cajetillas genéricas sin logotipos ni colores de marca de las tabacaleras, y la eliminación de ciertos ingredientes del tabaco, como aromas entre otros, para el año 2014.

Por ello, el colectivo de estanqueros españoles pretende defender sus intereses en un contexto que se les antoja perjudicial e injusto para ellos, así como maltratador por parte de autoridades sanitarias y fiscales para sus clientes. “El Gobierno ha presionado tanto al gremio, para aumentar la recaudación mediante sus impuestos, que lo que ha provocado es el efecto contrario, un mercado negro, que se traduce en fraude, menos recaudación para el Estado y menos seguridad para el consumidor”, afirman.

Las ventas de tabaco en España no dejan de disminuir, tanto que en 2010 se recaudaron 338 millones de euros menos respecto a 2010, cifra que seguirá empeorando durante este año y cuya causa no se sitúan únicamente en un menor consumo, sino en el aumento del contrabando, que gana posiciones en la venta a los menores de edad.

Entre las medidas más polémicas de esta Directiva, los estanqueros denuncian la falta de capacidad de elección por parte del consumidor, pues obligarán a los expendedores a ocultar todos los paquetes, la venta de cajetillas genéricas, homogeneización del producto, lo que según los estanqueros, se traduce en una criminalización de los estancos, que contrasta con la venta de un producto legal, estrictamente comercializado en una red regulada, y que aumenta la recaudación el Estado mediante el pago de impuestos.

Acabar con el monopolio, obsesión de la Comisión

Básicamente y haciendo extracción, lo que desde Bruselas no se ve con buenos ojos, es la situación de monopolio en España de la que el sector tabaco, tradicionalmente viene gozando.  Y aunque en muchos casos, los monopolios hay que combatirlos, pues no permiten la libre competencia, hay otros sectores en los que una buena regulación y concesiones de este tipo se hacen imprescindibles, pues como defiende la unión de estanqueros son el instrumento fundamental para controlar un producto, por el que el Estado obtiene 80 euros de cada 100 de tabaco en impuestos.

Para ellos, la aplicación de este tipo de medidas, como la de ocultar el producto, sólo lograra equiparar el tabaco legal al ilegal, provocando, según Juan Pármado Sanz, Director General de la Asociación Empresarial del Tabaco y portavoz de la mesa del Tabaco, un incremento del contrabando y los productos falsificados, con consecuencias negativas sobre la salud de los consumidores y sobre la economía española en general.

Para Páramo Sanz, toda la cadena de valor se verá seriamente afectada por la Directiva, desde los cultivadores hasta los estanqueros, poniendo en peligro el empleo de más de 56.000 trabajadores y una recaudación del Estado de más de 9.600 millones de euros por impuestos indirectos, es decir, el 6% de los ingresos fiscales anuales, así como el 40% de la recaudación total por concepto de impuestos especiales.

Así sectores como el del tabaco, el alcohol, y el juego, andan escasos de una regulación no más restrictiva,  sino más eficaz con la que se busque una solución consensuada que en primer término proteja la salud del consumidor. Sin olvidar la importante repercusión que tienen para nuestra economía.

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