Cuatro años de crisis para volver a tropezar en el efecto Bañuelos

En poco más de tres días las acciones de Amper han subido en torno a un 60%. El motivo tiene poco que ver con un análisis de la situación de la empresa ya que no se han anunciado ni hay grandes contratos anunciados, ni estratégicas alianzas de ningún tipo. Tan sólo, unas incompresibles ganas de seguir la estela del que fuera uno de los estandartes del boom económico español y uno de los hombres más ricos del país durante esa época según el ranking de la revista Forbes: Enrique Bañuelos. Por Pilar Blázquez

El antaño afamado dueño de la inmobiliaria Astroc, Enrique Bañuelos, anunció a la CNMV el lunes que ha desembolsado 19,8 millones de euros para adquirir el 28,4% de Amper, lo que le convierte en principal accionista de la compañía. Lo que no explicó al regulador, ni a nadie de momento, son los motivos de su decisión, incomprensibles también desde el punto de vista técnico. “Hasta que se conocía la noticia el valor estaba en clara tendencia bajista desde el mes de abril”, asegura Javier Alfayate, analista bursátil de la red social de finanzas Bolsa.com.

Cualquiera que no conozca a Bañuelos podría pensar que se trata de uno de esos reyes Midas de los negocios que todo lo que tocan los convierten en oro.  En cambio, la historia se ha encargado de demostrar que el oro que lucen sus inversiones no es más que una burda imitación que emite destellos.

Esos que cegaron a las mentes más instruidas de este país, cuando a principios de los 2000 cayeron a los pies de un joven empresario valenciano. Por entonces era propietario de Astroc, una de tantas inmobiliarias surgidas al calor de la burbuja en el Levante español. Bañuelos sacó a Bolsa el 25% de las acciones de Astroc en 2006  a un precio de 6,4 euros por título y en menos de un año llegaron a valer 70 euros. Él pasó de la nada a ser considerado la tercera fortuna española por la revista Forbes que le adjudicaba, en su lista de 2007, una fortuna de casi 6.000 millones de euros.

Todo lo que hacía Bañuelos era laureado y aclamado como si se tratara de un emperador romano, hasta que estalló la burbuja financiera e inmobiliaria. La admirada Astroc fue una de las primeras empresas de su sector en quebrar. El triunfito valenciano lo perdió todo pero consiguió que la justicia le liberara de cualquier culpa en su gestión y desapareció del país.

Volvimos a tener noticias de él pocos años después. Estaba repitiendo el mismo esquema empresarial en Brasil. En mayo de 2010 tomó el control de la inmobiliaria brasileña PDG Realty. El 10 de abril de 2012, el periódico El Economista publicaba que en menos de dos años este “crack” de las finanzas había conseguido elevar el endeudamiento de la compañía un 245%. ¿Alguien dijo austeridad y ajuste del gasto? Debe ser que a Brasil no llegan los vientos europeos.

Movimientos sospechosos en el valor

Con su negocio brasileño tiritando, Bañuelos ha vuelto a España con una jugada, como todas las que a él le interesan, muy mediática. Tomando de un día para otro, o tal vez no tanto,  el control de la tecnológica Amper. Según explica Javier Alfayate de Bolsa.com, el análisis técnico del valor detecta una fuerte compra de acciones hace algo más de una semana, cuando la noticia todavía no se conocía y otra muy fuerte el viernes. Las irregularidades eran tantas que la pasiva CNMV llegó a suspender el valor en Bolsa ante la falta de transparencia.

En estos momentos las irregularidades continúan, aunque el valor haya vuelto a cotizar ¿o es que acaso es normal que haya hordas de seguidores tras un señor que se ha especializado en quebrar empresas?  A nadie parece importarle demasiado. Total, entre que Bañuelos entra y sale de las compañías siempre hay un periodo de fuerte subida. ¿Por qué no dar el pelotazo junto a él? Si no recuerdo mal este era el espíritu que triunfaba en España antes de que estallara la burbuja inmobiliaria y por lo que veo todavía sigue. Aquí ni a palos aprendemos.

 

1 comentario en “Cuatro años de crisis para volver a tropezar en el efecto Bañuelos”

  1. Pues a mí me parece que sus empresas de Brasil no están nada en quiebra , y que si entrase Warren Buffet como accionista de Amper ocurriría lo mismo.
    Que un español que empezó como vendedor de miel , esté en la lista Forbes sobre el Nº 795 debería de enorgullecernos , y que compre acciones de una empresa española con los Beneficios obtenidos en Brasil también opino es algo muy positivo.

    ¿Cuando un empresa o Fondo de Capital Riesgo desinvierte / vende sus acciones en una empresa , se considera que la deja en quiebra ?, yo creo que no , simplemente rescata , para cambiar la inversión.

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