Préstamos para coches, ¿la próxima subprime?

Las hipotecas subprime están en el origen de la crisis económica y ahora muchos en Estados Unidos comienzan a preguntase si no puede pasar lo mismo con la financiación subprime de los coches. ¿Estamos ante otra crisis en ciernes?

Prestamos para vehiculos subprime

El término subprime estará ya inrremediablemente ligado al estallido de la crisis económica global causado por las hipotecas subprime. Sin embargo, este vocablo simpemente sirve para identificar un tipo de préstamo de baja calidad y donde las posibilidades de morosidad son mayores. Es más, ni siquiera es una denominación exclusiva de las hipotecas y de hecho ahora algunos expertos empiezan preguntarse si los préstamos subprime para la compra de coches en Estados Unidos no pueden seguir el mismo camino.

En una sociadedad adicta a la deuda como la estadounidense, también abundan las compras de coche a crédito y según los datos del Center for Responsible Lenting, un 39% de los préstamos de coche del tercer trimestre de 2014, valorados en 337.000 millones de dólares, se concedieron a personas con un puntaje de crédito negativo o malo. La cifra supone, en términos absolutos, un enorme incremento desde los 304.000 millones de 2013.

Desde el sector aseguran que se trata de un dato positivo, porque ayuda a que crezcan las ventas y el sector resurja. Sin embargo, desde el CRL recalcan que hay motivos para permanecer por lo menos recelosos y alertan de una posible burbuja en el mercado de créditos para automóviles.

En el segundo trimestre del año la tasa de recuperación del coche por parte del prestamista, que se refiere al porcentaje de prestatarios que optó por recuperar el coche o no le quedó más remedio que hacerlo, aumentó un 70%. El problema este sentido es que una vez el banco o la empresa que concedió el préstamo ejecuta el bien, la cuenta deja de considerarse morosa. A efectos prácticos, lo que está sucediendo es que la mora baja pero las reposesiones aumentan. En Estados Unidos, el prestamista puede comenzar con el proceso en cuanto entiendan que hay un riesgo real de que no se repague la deuda. A esto hay que añadir que el proceso de ejecución en el caso de vehículos es mucho más sencillo que en el de vivienda, algo que por ejemplo también ocurre en nuestro país. No en vano, es más fácil llevarse un coche que desalojar a alguien de su casa.

Pero este no es el único problema, desde CRL precisan que el tipo de préstamo también ha cambiado y es de menor calidad. En este sentido, como ya ocurriera con las hipotecas, el dinero que el usuario pone como entrada es menor  y los plazos de devolución del préstamo mayores. Es decir, se presta más dinero con un horizonte mayor para que el usuario pueda devolverlo. Esta tendencia es muy positiva a corto plazo, ya que permite que más gente pueda acceder a financiación, pero tiene sus peligros a largo plazo, como ya se vio en el caso de las hipotecas.  De hecho, tras el crash de 2008, muchos bancos y entidades dedicadas a préstamos pasó del sector inmobiliario al de los vehículos en busca del volumen de negocio que habían perdido.

De todas formas, tampoco hay que dejarse llevar por el pánico. El negocio inmobiliario y el de los coches es muy difirente y también lo son los montantes de las operaciones. La mayoría de expertos coincide en que será difícil que se repita algo parecido a las hipotecas suprime con los préstamos para la compra de coches, aunque es bueno tenerlo en mente.

¿Y en España?

En España el sector de la automoción ha ido copiando el modelo americano. De esta forma, se ha ido haciendo habitual quienes acuden al concesionario sin el dinero para comprar el coche, pero sabiendo que una vez allí podrán negociar un préstamo. Sin embargo, esta tendencia se ha detenido en 2014. Según un informe de AutoScout24 titlado «Cómo comprar y pagar mi coche», un 55% de los españoles que esperaba comprar vehículo en 2014 tenía previsto hacerlo al contado. La dificultad para acceder a financiación, unida a las condiciones de los propios préstamos son las que han llevado a los conductores a rehuir de los prestamos para coches.

En términos de matriculaciones, el año 2014 ha cerrado con 855.308 matriculaciones según Anfac, lo que supone un repunte del 18% respecto al año anterior.

matriculaciones de turismos 2014

 

Imagen superior – Pavel L Photo and Video en Schutterstock

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