La prima de riesgo de España, que mide el grado de confianza de los inversores hacia la deuda soberana española, caía a media tarde de este jueves por debajo de 500 puntos, algo que no ocurría desde el pasado 4 de julio.
En contra de lo sucedido en anteriores meses de agosto, en esta ocasión los inversores si parecen haber colgado el cartel de cerrado por vacaciones y el nivel de dinero que se mueve tanto en la renta variable como en la fija es mínimo. A esta falta de actores se han sumado los indicios de que la petición del rescate para ayudar al sistema financiero español podrían ser inminentes por lo que la presión se ha detenido.
Esa petición podría producirse a partir del lunes, cuando el Gobierno de Rajoy retoma la actividad cotidiana tras el parón vacacional.
En este momento, el rendimiento de los bonos españoles a 10 años baja hasta el 6,5%, frente al 1,5% al que está cotizando el alemán. Por lo que gran parte de rebaja del diferencial tiene que ver con el mayor interés que los inversores están exigiendo a los títulos germanos.
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