¿Debemos dejar de usar la tarjeta de crédito?

Aunque la globalización y la tecnología nos han demostrado que los medios electrónicos de financiación son los mejores para mantener nuestro dinero seguro, mucha gente aún se rehúsa a la utilización de la tarjeta de crédito: el precursor de este sistema.

El consumo actual a cambio de un crédito fácil ofrecido por compañías usureras, no es lo mejor para hacer las compras diarias, pero muchas veces nos saca del paso. Sin embargo, mucha gente por el miedo a endeudarse con una tarjeta de crédito, busca no acceder a este instrumento o prescindir completamente de él. La salida no es eliminarlo de nuestra vida, sino aprender a utilizarlo.

Pero, si a mi no me interesa tenerlo, ¿qué consecuencias puede tener? Si bien no tendrá consecuencias malas propiamente dichas, el no portar el plástico puede generar algunas complicaciones como por ejemplo cuando queremos viajar y hacer reservaciones en un hotel o bien, si realmente necesitamos dinero para hacer frente a una emergencia.

Tal como dicen sus proveedores, una tarjeta crédito es una herramienta para planear pagos y diferir el consumo. Además, es una vía de acceso a tener un buen historial crediticio que permita adquirir mejores condiciones de crédito en préstamos hipotecario, para automotor u otros.

Lo que queremos destacar es que, la tarjeta de crédito no es una extensión de los ingresos (no tenemos más dinero), sino que es sólo una forma de pago que nos da diversas ventajas como realizar compras en Internet o contratar algunos servicios. Por eso, su uso indiscriminado nos hace caer en el pensamiento de que no deberíamos tenerla, pero si uno se controla y planea bien sus pagos a futruo, no tendrá que tener problemas.

Por otra parte, la tarjeta de crédito, como bien dijimos, nos da ventajas en ciertas ocasiones como en emergencias. En este sentido, si uno no posee una tarjeta, tendrá que contar con una suma considerable de dinero en efectivo como depósito mientras eres atendido o tu seguro responde.

También nos ha de servir mucho para viajar. Facilita la compra y reserva de boletos de avión y hoteles, pero esto no es todo, algunas ofrecen beneficios como un seguro de viaje y para una posible pérdida de equipaje.

Por último, cómo olvidarnos de lo más importante para lo que fue creada la tarjeta de crédito: Comprar. Pese a existir muchas plataformas de pagos electrónicos como PayPal, si no se posee una tarjeta de crédito nunca podrá pagar en una simple tienda virtual.

Para aquellos que aún dudan entre tener o no una tarjeta de crédito, les damos algunos consejos para que se animen a adquirirla aunque con precauciones:

  • Conocer sucapacidad de pago y no consumir más que sus ingresos
  • Puntualidad a la hora de pagar
  • Comparar la Tasa Anual Efectiva (TAE) de la tarjeta de crédito antes de contratarla
  • Abonar más que el pago mínimo que exige el banco
  • Evitar comprar bienes perecederos como ropa o alimentos a meses sin intereses

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