El rescate español tendrá forma de rescate a la banca

Los mercados se están comportando con ansiedad, parece un buen momento ver la jugada desde la distancia y analizar cuál es la situación económica en Europa, donde podemos destacar las importantes reformas en España e Italia, el compromiso por parte del BCE para proveer de liquidez a los mercados y las medidas para aislar Grecia de cualquier contagio. Después de todo parece que la sangre no llegará al río…, Por Javier Flores, Responsable del Servicio de Estudios y Análisis de Asinver.

EUROPA: La esperanza puesta en la reunión del BCE del 6 de junio.

El clima económico se ha deteriorado aún más en la Euro Zona en mayo. La economía francesa presenta todos los síntomas como para predecir una contracción real de su PIB y recaída en recesión en el segundo trimestre, mientras que los indicadores alemanes comienzan a enviar señales negativas (el sector manufacturero está en su peor momento
desde 2008 y es el sector servicios el que gracias a la demanda interna en Alemania, por la favorable situación de su mercado laboral, permite mantener una situación decente).

En este contexto, teniendo en cuenta que la recesión y la disminución de la presión inflacionaria están creando la posibilidad de un relajamiento de la política monetaria, en nuestra opinión el BCE podría, en su reunión del 6 de junio, llevar a cabo un recorte de tipos de interés, incluso simbólico, lo cual sería realmente útil.
Su impacto sería aún mayor si los gobiernos llegan a un acuerdo para establecer un programa de ayuda paneuropeo para la banca.

Desde el ámbito político se echa en falta una respuesta rápida, eficaz y coordinada por los líderes europeos para reducir el nivel de inestabilidad financiera. En el corto plazo es necesario que muestren su determinación para apuntalar los bancos más frágiles en la Euro Zona, empezando por España. Sin embargo no da la impresión de que se esté avanzando en esta cuestión y siguen enzarzados en el debate sobre los Eurobonos, que actualmente centra las conversaciones políticas y es el equivalente moderno de hacer tocar a la orquesta mientras el Titanic se hunde.

Una mayor unión fiscal es la única salida para el futuro de la moneda única y dejar atrás la crisis. Mientras tanto seguiremos asistiendo al debate Crecimiento/Austeridad, donde al final, y a medida que se aproxime la fecha de las elecciones, Alemania tendrá que relajar su postura. Finalmente tendremos un periodo largo de crecimiento bajo o
incluso negativo, pero no tan apocalíptico como el mercados valora ahora mismo.

ESPAÑA: El sistema financiero necesitará más capital.

España ha acometido importantes reformas estructurales y está  avanzando en la dirección solicitada por Bruselas. Incluso en un escenario muy negativo (del sector inmobiliario), que implicaría incrementos en la deuda total de entre un 10 y un 15%, llevaría al país a un nivel de deuda/Pib del 100%, nivel doloroso pero manejable.
El actual problema es que el sistema financiero necesitará más capital y debe acordarse con Europa un mecanismo que permita la recapitalización sin que con ello se hipoteque el futuro de nuestra economía. El rescate español tendrá forma de rescate a la banca.

ITALIA: Evita la primera línea de fuego.

Desde finales del año pasado hemos visto la implementación de importantes reformas (fiscales y laborales) que deberán seguir desarrollándose a lo largo de este año. Un gobierno de perfil técnico y muy bien formado ha sido capaz de contener el gasto y así lo ha reconocido en el mercado, mejorando la posición del país respecto a
España durante los últimos meses.

IRLANDA: Será el primero en salir de la crisis.
Lo sigue haciendo muy bien y tiene las perspectivas económicas más positivas. Será uno de los primeros países en salir de la crisis salvo que una catástrofe griega fuerce un nuevo rescate.

GRECIA:

Una salida desordenada del euro tendría consecuencias catastróficas para Grecia. No hay experiencia al respecto pero sin duda implicaría un fuerte incremento del paro, inflación disparada… En definitiva, las consecuencias serían bastante más dolorosas que seguir con los planes de austeridad. Seguiremos teniendo volatilidad a la espera de lo que ocurra en Grecia, pero se han tomado las medidas suficientes para aislar
cualquier riesgo de contagio.

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