¿Baja o sube la presión fiscal con la reforma?

La reforma fiscal del Gobierno ya está sobre la mesa y supone un importante cambio de escenario en materia impositiva. Un remodelado IRPF con menos tramos y más suaves que se contrarresta con la obligación de tributar por los despidos. el final de la deducción por alquiler o una subida del IVA en determinados productos. Y para el impuesto de sociedades, rebaja del tipo general pero subida del nominal tras reducir las deducciones. Al final ¿Pagaremos más o menos impuestos los españoles?

El IRPF de 2015 y 2016 será muy diferente al IRPF de 2014 y todavía más al de 2013, cuya campaña finaliza el próximo 30 de junio. La reforma fiscal cuyo anteproyecto ha presentado el Gobierno y que sin duda terminará viendo la luz con pocos o ningún cambio supondrá, según las cifras del ejecutivo un ahorro del 12,5% de media en la declaración de la renta.

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Sin embargo, para valorar adecuadamente la reforma conviene tener en cuenta otros aspectos adicionales como la subida del IVA, la incidencia que van a tener la desaparición de la deducción por alquiler o la nueva fiscalidad de los despidos. Contando todo eso ¿Hasta qué punto podemos hablar de rebaja fiscal?

El ahorro en los tramos

Buena parte del ahorro prometido por el Gobierno llegará a través de la modificación de los tramos de IRPF, que pasarán de los siete actuales a cinco, según se muestra en la siguiente tabla.

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Según explican los técnicos de Hacienda, aunque la rebaja en los tipos es generalizada, habrá un perfil de contribuyente que pagará más a efectos prácticos. Se trata de las personas cuya base imponible oscile entre los 22.200 y los 33.007 euros, que pasarán de pagar a un tipo del 30% para hacerlo a un 31%.

La siguiente tabla elaborada por 20minutos resume perfectamente la situación:

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Sin embargo, estos son los datos aportados por el Ejecutivo.

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¿Y el resto de medidas?

La ayuda a las familias y la rebaja de los mínimos familiares son otras buenas noticias, ya que servirán para que efectivamente se paguen menos impuestos. En este sentido, las nuevas ayudas para las familias supondrán una importante fuente de para reducir la factura fiscal. Estamos hablando de 1.200 euros anuales acumulables para hasta cuatro tipos de situaciones.

Por su parte, el aumento de los mínimos hará que se deje de pagar impuestos por más dinero. Es decir, colocará en los tramos más bajos de IRPF a más personas.

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También se pagarán menos impuestos por las inversiones, ya que se elimina la obligación de que las plusvalías generadas en menos de un año tributen al tipo marginal. Ahora lo harán junto con el resto de rentas del ahorro, según lo dispuesto en estas tablas.

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Estas son las partes positivas, pero la reforma también incluye elementos que harán que, efectivamente, sí se paguen más impuestos. La más relevante es la referida a las indeminizaciones por despido, que pasan a tributar en el IRPF con una exención de 2.000 euro por año. Esto quiere decir que sólo se pagarán impuestos por las cantidades que superen esta cifra.

El otro gran ‘atropello’ es el fin de la deducción por alquiler para los nuevos contratos que se firmen a partir del 1 de enero de 2015. Esto sí que supone un grave perjuicio para quienes se benefician de esta deducción, que en este caso estaba limitada a las rentas inferiores a 24.000 euros y con un sistema progresivo de forma que quienes cobrasen menos de 12.000 euros eran los que más se beneficiaban.

Por último, se limitan severamente las aportaciones a planes de pensiones, de forma que bajan las aportaciones máximas hasta los 8.000 euros -2.000 menos que hasta ahora para los menores de 50 años y 4.500 menos para los mayores de esa edad- y se suprime la exención de 1.500 euros para los beneficios obtenidos vía dividendo

Más IVA

Por último, además de la reforma fiscal se ha terminado modificando el IVA, pese a que desde el Gobierno aseguraron por activa y por pasiva que no lo harían. El cambio viene dictado desde Europa, que considera que el IVA que soportan productos farmacéuticos y equipos médicos debe ser el mismo en toda la UE.  Así, éstos han pasado del 10% al 21%, si bien gafas han quedado, por ejemplo, fuera de la subida.

Al final, no parece en absoluto claro que la reforma fiscal vaya a servir para que, efectivamente, se paguen menos impuestos. Y es que el grueso de la población, la denominada clave media, es la que terminará ingresando a Hacienda un 1% por los tramos y la que más perjudicada queda por los recortes de prestaciones.

 

Imagen – Shuttersock

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