Te ofrecemos varios consejos para que no te lleves sorpresas desagradables al alquilar un piso turístico.
Estamos en pleno verano, con muchas personas disfrutando de sus vacaciones. Aunque queda el plato fuerte por llegar -agosto- y un cada vez más recurrente septiembre para tomar unos días de asueto. En este contexto, una de las modalidades por las que más apuestan los veraneantes es la de alquiler vacacional de una casa, de un apartamento o de un piso. Tanto es así, que cada vez se compra más vivienda para ponerla después en alquiler.
El funcionamiento del alquiler turístico es sencillo y puede resultar cómodo: el arrendatario paga al arrendador una cantidad previamente acordada por usar el inmueble durante un cierto número de días. Sin embargo, esta modalidad de renta sufre cada vez más estafas, sobre todo porque el canal que más se usa para cerrar los acuerdos es Internet, lo cual facilita determinadas prácticas ilegales. En las próximas líneas te contamos cómo evitar estafas en los alquileres vacacionales, o al menos prevenirlas.
Los alquileres vacacionales
Rentar un piso turístico tiene ventajas evidentes para el arrendador -aquí te explicamos dónde es más rentable poner una vivienda alquiler– pero también para el arrendatario. Para empezar, el precio, que suele ser menor que el de un hotel; y para continuar, las posibilidades que ofrece un apartamento: más espacio, mayor adaptación a las necesidades del usuario, opción de cocinar o usar la lavadora, entre otros equipamientos.
Obviamente, cada cual tiene sus preferencias y hay viajeros que quieren descansar y que se lo hagan todo en vacaciones. Si encajas en este grupo, seguramente será mejor ir a un hotel. Pero si vas a alquilar un piso o un apartamento este verano, te aconsejamos que tomes ciertas precauciones.
Las estafas más habituales en los alquileres turísticos
Aunque cada caso es un mundo, sí existen ciertas pautas habituales entre los estafadores de pisos de alquiler turístico. Se trata, cuanto menos, de comportamientos que deben hacer que estés ojo avizor.
- ¿Bueno, bonito y barato? Si el apartamento es demasiado bueno para ser verdad, es decir, que te ofrecen un piso muy atractivo a un precio excesivamente bajo, abre bien los ojos. Puede haber algún chollo, pero no es una circunstancia frecuente: piensa que el arrendador, además de saber que el verano es una época propicia para hacer negocio, también tiene sus gastos, como, por ejemplo, los impuestos que paga por alquilar su propiedad en vacaciones.
- Si el supuesto arrendador te urge para que le hagas una transferencia bancaria demasiado rápido, cuidado, porque cabe la posibilidad de que el estafador se acabe quedando con tu dinero a cambio de nada y desaparezca sin dejar rastro.
- La suplantación de identidad, lo que también se conoce como phishing, es uno de los timos más habituales en la actualidad. Por medio de un correo electrónico que parece auténtico y de fiar, el estafador trata de engañar a la víctima para obtener información confidencial. Por ejemplo, contraseñas. De esa manera, introducen software malicioso que accede a tu equipo.
- Desde Easyoffer afirman que las estafas más frecuentes suelen darse en los alquileres turísticos inferiores a un mes de duración, en los que, en ocasiones, el apartamento ni siquiera existe.
- A pesar de que se trata de un engaño más leve, también cabe la opción de que el piso no cumpla las condiciones convenidas: por ejemplo, menos camas de las apalabradas. Si se da el caso, tienes igualmente derecho a reclamar, tanto al arrendador como a la web que hayas utilizado como intermediaria.
El peligro de pagar el 100% del alquiler vacacional por adelantado
Mención aparte merece -por ser uno de los timos más clásicos- la excusa del supuesto arrendador de que pagues el conjunto de la renta del apartamento turístico por adelantado. Te apremiará para que no dejes pasar una ocasión excepcional… Sin embargo, que estés de vacaciones no significa que debas perder la cabeza. Así, por ejemplo, intenta no caer en el típico error que lleva a muchas personas a abusar de la tarjeta de crédito en verano.
Los medios de pago para un alquiler vacacional
Asimismo, resulta también frecuente que un estafador te exija el pago por adelantado del alquiler a través de cauces irregulares. Por ejemplo, al margen de la plataforma on line a través de la cual habéis contactado. Si sucede, ojo, mala señal.
Cómo evitar estafas en los alquileres turísticos
Aunque nadie está a salvo de ser engañado por algún desaprensivo, sí hay una serie de medidas que puedes aplicar para intentar estar lo más a salvo posible al alquilar un piso turístico. Son las que figuran a continuación.
- Compara tantos precios como el conjunto de la oferta: los costes más bajos suelen ir ligados a una menor flexibilidad.
- Mantén la comunicación a través de la plataforma y no transferir nunca dinero desde fuera de la página o de la aplicación. Si te saltas al intermediario, en caso de que surja un contratiempo, la plataforma no se hará cargo de la reclamación.
- No pagues todo el importe por adelantado, mejor deja algo para cuando llegues al apartamento y compruebes que todo está en su sitio.
- Si es «bueno, bonito y barato», como ya hemos indicado, no te fíes.
- En cuanto a la forma de pago, intenta que sea un medio seguro que proponga la plataforma y que permita dejar un rastro del pago: tarjeta, Paypal o transferencia bancaria.
- Comprobar la veracidad del anuncio a través de otras fuentes no es difícil. Puedes usar los comentarios de otros usuarios, comprobar el lugar en Google Maps o llamar al propietario y hacerle preguntas sobre servicios concretos en la zona: bares, restaurantes, etc. Si la información que te da no resulta convincente, mejor desconfía, según recomiendan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
- Conserva una copia de la reserva, señal o fianza.
- Aunque puede resultar un tanto engorroso, nunca está de más comprobar la existencia y legalidad del inmueble en el registro de la correspondiente comunidad autónoma.
Cómo actuar en caso de estafa en un alquiler vacacional
Hayas seguido o no estos consejos, si ya te han estafado con el alquiler de un piso turístico, lo primero es denunciar ante la policía. No olvides que el documento de la denuncia es clave para efectuar cualquier reclamación posterior. Si la estafa no supone la desaparición del supuesto arrendador, y tienes una queja que plantear, resulta aconsejable llegar a un acuerdo amistoso con el propietario. Si no es posible, te tocará acudir a los tribunales, preferentemente tras haberte asesorado por medio de un abogado.