Soy un entusiasta del Arte de la Guerra y otros manuales de estrategia militar y admito que en ninguno de ellos he leído mención alguna a una Guerra de Depósitos. O bien es un tipo de conflicto militar muy reciente o bien no es un conflicto militar.
Evidentemente la guerra de depósitos no es ninguna guerra, es un término perodístico utilizado para referirse a una realidad financiera que se ha estado produciendo en los últimos tiempos. Una competencia encarnizada por captar pasivo (dinero de ahorradores) mediante remuneraciones de los plazos fijos o IPFs (Imposiciones a Plazo Fijo) a tipos muy elevados.
En la cuenta de pérdidas y ganancias de las sucursales se suele considerar que el coste de obtener dinero, para el banco, es el euribor. La razón de esta consideración contable parte de que el mercado interbancario es donde las entidades financieras se prestan dinero entre ellas, para después financiar a sus clientes y obtener un beneficio de la diferencia. Y el euribor es el precio de mercado del dinero.