Con fecha límite para su sentencia, gracias a la complicidad de las agencias de calificación, el Gobierno de los Estados Unidos se encuentra en veloces tratativas para alcanzar un acuerdo y con ello elevar el límite de endeudamiento antes del 2 de agosto. Desde dicha fecha, Estados Unidos ya no podrá cumplir con sus obligaciones crediticias.
Bien sabemos que sería un atentado a la política económica dejar caer al gigante, ¿pero qué sucedería si no se llega a elevars el límite de deuda de 14.3 billones de dólares? Estamos hablando, cuando decimos esta cifra, del techo legal que determina la cantidad de dinero que el país puede pedir prestado donde se encuentra el país desde el 16 de mayo.
Claramente, no podemos decir a ciencia cierta, que es lo que pasará. Muchos podrían decir que se puede hacer una comparación con hechos del pasado, ante lo cual se diría que no existe precedente histórico para saber lo que ocurrirá si Estados Unidos deja de pagar parte de sus obligaciones de deuda pendiente. Sin embargo, cae de maduro que las consecuencias no serán buenas.