Pagar las deudas no deja dormir a muchos, y la búsqueda de soluciones por tanto apremia. Sin embargo, muchas de ellas, no hacen más que agravar la situación, y una de ellas, es de las más recurrentes y perniciosa a largo plazo, solicitar otro crédito para poder pagar su préstamo.
Pedir un crédito para pagar tus deudas es una solución a la que sólo hay que recurrir en caso de excepción y en caso de hacerlo, a tu entidad bancaria, pues es un parche que finalmente supone deber aún más dinero, y nos puede llevar a la ruina en poco tiempo. Si de verdad se trata de una situación excepcional, lo mejor es pedir el dinero prestado a un familiar o un amigo o negociar en nuestra empresa un adelanto de sueldo. Cualquier cosa es más interesante que caer en una renegociación de deudas, como las que se ofrecen una mañana y otra también en los anuncios de la radio, la televisión y demás medios de comunicación.
La asfixiante cuota de la hipoteca
El momento económico, caracterizado por casi seis millones de desempleados, el encarecimiento generalizado de bienes y servicios, así como caída sustancial del nivel de ingresos de muchas familias, pone en serias dificultades a los hogares españoles para afrontar el pago de sus deudas, especialmente, las cuotas mensuales de las asfixiantes hipotecas que firmaron en su momento.
Saben que la hipoteca no puede dejar de pagarse, sólo hay que mirar la experiencia de los muchos desahuciados de los últimos años, y por ello, muchos recurren a solicitar un crédito para poder afrontar mes a mes sus pagos. Sin embargo, esto, lejos de ser la solución, finalmente sumirá a la mayoría en un nivel de endeudamiento mayor, del que será más difícil salir. Aunque alivie en un primer momento, al final llegarán aún más asfixiados, si ello es posible.
Aún así, para otros puede ser una solución, aunque sólo de excepción y en el caso de que lo concierte con su entidad financiera, si es que está accede a concederlo. Solicitarlo a empresas de créditos rápidos no debe ser ni la excepción, pues los intereses que aplican son tan elevados, en la mayoría de los casos, pueden llegar hasta al 25%, que nuestra situación económica empezará a caer en picado desde el mismo momento en el que hayamos firmado.
Sí se está planteando pedir un crédito para pagar su préstamo
- Sí debe pedir un crédito para pagar otro préstamo, opte por su entidad bancaria, en la que tenga contratado su actual préstamo, y cuyos intereses estarán entre el 6 y el 10%. No recurra e empresas privadas que conceden este tipo de créditos, pues los intereses que estas cobran por ello, suelen superiores al 20%.
- Busque soluciones alternativas y negocie con su banco una posible solución.
- Considere la posibilidad de alargar el número de años a pagar su hipoteca, con la finalidad de adelgazar las cuotas que deberá pagar mes a mes.
- Tenga en cuenta el primer crédito. Debe sumar los intereses de ambos, y saber sí realmente puede afrontarlos.
- Si el problema es puntual, busca vías alternativas de encontrar la financiación necesaria. Pedir a familiares o amigos o solicitar el adelanto de nóminas en el trabajo.
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