Cosas de la globalización, hace unos años “Halloween” era algo que pocos conocían en nuestro país y aquellos a los que les sonaba era gracias a imágenes vistas en películas americanas.
Sin apenas darnos cuenta, y de la mano del marketing de marcas comerciales y grandes almacenes cada vez que se acerca el final de octubre los iconos y estética de esta celebración secular entra, o al menos lo intenta, en nuestras vidas. Como en todo fenómeno social importado cuenta con defensores y detractores, la mayoría de estos últimos por el componente consumista asociado a la celebración.
Los diccionarios traducen Halloween como noche de brujas, víspera de todos los santos, pero lejos de tratarse de un celebración triste, la diversión, fiestas de disfraces y componente festivo reinan en el ambiente. He ahí la paradoja del asunto, uno empieza hablando de espíritus, historias de terror y sin embargo la diversión es la nota predominante en cualquier fiesta de Halloween que se precie.
En las bolsas sucede algo parecido últimamente. No hay muchas razones ni en el ámbito macroeconómico, ni en el empresarial para que se produzca celebración “alcista”. Sin embargo, tras la fase de recuperación que se inició en julio, apenas hemos presenciado un ligero desgaste de la subida producida.
Si nos ceñimos a la coyuntura de nuestro país, la paradoja “Halloween” es aún mayor. Aumento progresivo del desempleo, ausencia de expectativas de crecimiento económico a corto plazo y déficit público poniendo a prueba la percepción de riesgo en torno a nuestro país. Y, de momento los cimientos de la recuperación de verano aguantan sobradamente, más allá de correcciones o descensos puntuales.
La única explicación a este comportamiento radica en la hipótesis de un mercado que da por descontado en las cotizaciones gran parte de las condiciones adversas y mira hacia un medio, o más bien largo plazo, en el que la coyuntura ofrezca un mejor aspecto. O como mínimo no supere las cotas negativas ya vistas. Sería la versión bursátil de una historia aparentemente de terror con final feliz, risas y celebraciones y donde la famosa expresión “trick or treat?” ( ¿truco o trato?; ¿susto o dulce?) podría aplicarse como “¿corrección o consolidación?”siendo esta última opción la elegida por la comunidad inversora…
Miguel Pareja
Gestor bolsa3 SV
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