Invierta en hamburguesas

Que en esta era tecnológica en la que vivimos las acciones de la compañía que fabrica buena parte de esos artilugios que pueblan las manos y las orejas de la población mundial, acercándonos en no pocas ocasiones a la condición de esclavos idiotizados de la pantalla táctil, se haya convertido en la de mayor capitalización bursátil no es algo que deba extrañarnos en demasía.

Pero si los norteamericanos, y con ellos la mayor parte de los terrícolas, son consumidores compulsivos de iPhones, iPads, iPods y demás iCacharros, también lo son de las hamburguesas con patatas fritas y una coca-cola. Si pusiéramos a un americano medio (y seguramente también a muchos españolitos) en la disyuntiva de elegir entre su iPhone y una hamburguesa de tres pisos, además de causarle todo un dilema capaz de convertir su vida en un infierno, es muy probable que su respuesta fuera la de optar por tomarse una hamburguesa mientras chatea con sus amigos al mando del teléfono de última generación.

Alguien dijo una vez que la caída del imperio estadounidense coincidiría con el cierre del último McDonald´s, y probablemente esté en lo cierto.

Pues bien, si el gigante tecnológico ha demostrado estos últimos años ser una magnífica inversión, otro tanto viene haciendo en los últimos lustros el gigante de la comida rápida, que así es como quieren los asesores de imagen que se llame a sus productos en el peor de los casos, intentando con ello hacer desaparecer aquel temible sambenito que algunos estúpidos europeos se empeñaron en colocarle a sus sabrosas hamburguesas, cuando se referían a ellas como comida basura.

Cuando los operadores bursátiles han comprado año tras año, y cada vez a un precio más alto, acciones de McDonald´s, obviando las crisis, las recesiones y todos los fantasmas que de cuando en cuando han amenazado el modo de vida americano, está claro que algo muy fuerte debe haber detrás de la compañía. Su negocio es tan sólido y su futuro tan prometedor que permite a su cotización estar resguardada de los gélidos vientos que en ocasiones soplan sobre los mercados.

Seguir leyendo en:…el blog de Antonio Rodríguez La Bolsa por antonomasia

 

Foto: CCmoverelbiguote

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.