Esta semana hemos asistido a una de las muchas cambios que cada cierto tiempo se producen en la cúpula de BBVA. En este caso hemos asistida a una de las renovaciones mas importantes del grupo en los últimos tiempos. Pero realmente este tipo de movimientos es habitual en organizaciones donde la lucha por el poder estar por encima de los intereses de los accionistas.
Francisco Gonzalez acierta con su estrategia por la digitalización del banco un cambio de paradigma que el banco consiguió fundamentalmente con Goirigolzarri, probablemente uno de los mejores gestores de banca. Pero se equivoca en las formas y es parte del problema que tiene la entidad, donde no brilla toda la inversión que durante años han realizado. Los errores de libro en la estrategia digital y de adquisiciones que ha ido realizando BBVA demuestran que el talento es resistente a entrar en este tipo de empresas.
Se equivoca el presidente si piensa que la estrategia digital de un banco la pueden liderar personas que vienen de consultoras del tipo McKinsey,Accenture donde la competición , la guerra por el ascenso y las jornadas de 48 horas son las señas de identidad. Estas tipo de perfiles son grandes ejecutores, que ponen a las empresas en una tensión constante que permite conseguir grandes resultados, pero la innovación se desarrollar en otro tipo de ambientes. Mientras BBVA no cambie ese estilo militar por una ambiente de creatividad de empresas como Google o Apple, el talento será resistente a entrar y de hacerlo nunca tendrá la posibilidad de tener visibilidad en la toma de decisiones.
El problema de este tipo de entidades es que estas entidades dificilmente tendrá la personalidad multiple que se necesita para competir en el mundo tradicional de la banca, donde si triunfa este tipo de organización militar, con otro mundo del fintech donde el talento y la creatividad es algo necesario. La creatividad cuando hablamos de procesos bancarios es algo a eliminar.
Incluso RRHH de BBVA tenía a fuego el tipo de perfiles que se requieren para el departamento de sistemas de la banca. «No será necesario programar» eso es de tan bajo nivel que una persona de sistemas en esta entidad no debe hacerlo, cuando hasta el mismo CEO de Facebook lo sigue realizando.
El poder es lo realmente importante en organizaciones como BBVA y por ese motivo es tan importante el baile de cajas que cada 2 años se realiza. Porque de eso dependerá la cuota de poder y la remuneración. Cada responsable irá colocando sus empleados de confianza. El conocimiento en ese area se adquirirá con el tiempo y con la ayuda de los equipos que trabajan a pie de tierra y son los que realmente soportan una entidad de este tipo.
Sin cambiar esta filosofia de empresa, cualquier reorganización para afronta la digitalización es un canto de sirena. Una nuevo episodio de Juego de Tronos, donde al final prima el poder frente a la busqueda de perfiles que realmente puedan definir y ejecutar esa estrategia.
El presidente acierta en el diagnostico de la situación, el sector de fintech es una gran amenaza para el sector y BBVA debe adaptarse el nuevo entorno. No lo conseguirán mientras siga teniendo en la cúpula a consultores de McKinsey.