Como si de una carrera ciclista se tratase, las bolsas se enfrentan a la recta final del año en diferente estado de forma. Hay que reconocer que el circuito recorrido (año) que está a punto de finalizar ha sido exigente. Siguiendo con el símil ciclista, ha sido una carrera con elevado número de etapas de montaña, incluso alta montaña o categoría especial podríamos decir. Si a este perfil complejo le añadimos dificultades metereológicas, la prueba se convierte en una carrera de resistencia por eliminación, donde sólo los más fuertes física y psicológicamente son capaces de llegar a la meta.
Liderando la escapada tenemos a la bolsa alemana, con su índice Dax como claro exponente de la mayor confianza relativa que ha generado la renta variable alemana frente al resto de Europa. Sin ir más lejos, éstas tres últimas semanas ha impuesto un ritmo difícil de seguir por el resto, con casi 20 sesiones consecutivas sin un cierre de sesión por debajo del mínimo de la sesión previa. Es decir, un rebote en vertical sin apenas descanso. No es que hayamos presenciado sesiones de espectacular aceleración en la subida, en absoluto, pero ha subido “a piñón fijo” (poco a poco manteniendo el ritmo ) sin mostrar debilidad. La demostración de fuerza de la bolsa alemana en esta última etapa se enmarca dentro de una carrera con claro tono alcista. Salvo un período de cesiones, entre abril y junio, en el resto apenas se ha podido vislumbrar debilidad. Viendo las variables macro que presenta el país germano uno no se sorprende de la confianza inversora que ha logrado acaparar.
Y a cola de pelotón, incluso descolgados, aparecen España, Italia o Portugal, incapaces de secundar el ritmo alcista cuando tocaba pero, en cambio, liderando los descensos cuando la incertidumbre y desconfianza hacían acto de presencia. Sin ir más lejos en las últimas semanas, mientras Dax superaba sus máximos de verano (7500 puntos en septiembre), Ibex 35 ( España) o Mibtel 30 (Italia) se han mostrado incapaces tan siquiera de acercarse a sus niveles equivalentes.
El grado de heterogeneidad se aprecia también entres sectores donde encontramos algunos, como Telecomunicaciones, claramente al margen de la fase alcista de las últimas semanas.
De la posibilidad de presenciar un comienzo de 2013 con nuevas subidas generalizadas va a depender, seguramente, que tanto a nivel país como sectorial, se suban al “carro” alcista los hasta ahora rezagados. Si se prolongan las dudas, pueden verse por parte de los inversores como una clara invitación a reducir posiciones; contribuyendo a presenciar descensos en las cotizaciones.