Nos encontramos en plena ebullición de pasión por las Olimpiadas que se desarrollan en Londres. Los amantes de los deportes, y los que no lo son también, estamos pendientes de lo que ocurre en la capital británica. ¿Quien, en estos días, no se ha acercado a alguna TV cercana para ojear algún deporte? En este sentido, las olimpíadas sirven para ver deportes que nunca veríamos si no fuera por este evento.
Así, nos paramos frente a la TV concentrados para ver deportes como tiro con arco y flecha, yachting o nado sincronizado, deportes que en su mayoría nunca veríamos pero que despiertan la pasión olímpica en cualquiera de nosotros. Y en cuanto a los deportistas, el sueño de estar allí, junto con los mejores, es algo inigualable.
Aquellos que se destacan, pueden ganar grandes premios, comenzando por las medallas de oro, plata y bronce, como asi tambien sendos diplomas que certifican que estuvieron en las finales. Pero al volver a casa, estos deportistas encuentran lo mejor: los premios que los diversos comites olímpicos de cada país les da por haberse destacado y ganado alguna medalla.
Asi, encontramos que en el ranking de premios en metálico se destaca Singapur, que paga unos 800.000 dolares por cada medalla de oro (aun sin suerte para sus atletas), Kazakstán prometió 250.000 dólares a sus atletas por cada oro (llevan seis); Kirguizistán, 200.000 y Uzbekistán, 150.000. Los que se llevarán unos cuantos rublos serán los rusos. Por cada oro -ya tienen ocho- les pagarán el equivalente a US$135 mil.
España es el quinto país europeo que mejor premia la medalla de oro con 94.000 euros. Paga así cinco veces más que Estados Unidos o que Alemania y Gran Bretaña que no otorgan ninguna a sus deportistas premiados. Pero no todo es bueno, ya que en la mayoria de los países, los atletas deberan pagar por estos premios, cuando no, impuestos.
Impuestos a los medallistas olímpicos
Podemos poner un ejemplo, que nos llega a través de una ONG estadounidense. Los atletas no vuelven a casa solo con las medallas sino también con dinero en efectivo. Por cada oro, el Comité Olímpico de EE.UU. les paga a los atletas 25.000 dólares; las platas se llevan 15.000 y las de bronce, 10.000.
Según el grupo ATR o Americans for Tax Reform (Estadounidenses para la Reforma Fiscal), a los atletas les espera una reducción de hasta el 35% de lo que ganen. Eso significa una “factura” del fisco por hasta 8.750 dólares, por ser los mejores y llevarse una medalla de oro. En el caso de las medallas de plata, el impuesto sería de unos 5.250 dólares y 3.200 dólares en el caso de las de bronce.
Incluso, el ATR advierte que hasta las propias medallas podrían estar sujetas al pago de impuestos. Tomadas solo como commodities, y dejando de lado el valor simbólico de las mismas, las medallas de oro costarían unos 675 dólares; las de plata, 385 y las de bronce solo cinco dólares. Las primeras pagarían 236 dólares en puestos, las segundas 135 y las terceras, dos dólares.
En España, los deportistas están alcanzados por el IRPF, y deberan declarar los premios obtenidos en su próxima declaracion de renta. Como ven, nada es gratis en esta vida.