El sector de la gran banca de EE UU estará bajo otro test de estrés de los bancos de EE.UU y al igual que la anterior, la finalidad del mismo es tomar conocimiento respecto de las 19 entidades financieras y si estos bancos podrán afrontar el incremento de sus dividendos y sin que al hacerlo vaya en contra de su situación financiera quedando en una mala posición.
Sin embargo, en esta ocasión los posibles resultados de los tes de estrés no serán de conocimiento público, es así que la segunda ronda de pruebas de estrés sobre la banca estadounidense se llevará a cabo esta misma semana.
Mientras que en Europa, los resultados del test de estrés son de carácter público. En lo que respecta a la banca europea, la UE durante el próximo mes de febrero lanzará otras pruebas entre las evaluaciones buscará resultados sobre la liquidez de los bancos analizados.
Como se recuerda los bancos deben poder demostrar su fortaleza y poder mantener un mínimo de solvencia, dicha solvencia se ubica en un tier-1 que en el caso de la banca europea es del (6%) .
Las 19 entidades financieras presentarán a la Reserva Federal (Fed) sus datos de que forma estos podrían hacer frente a dos nuevos escenarios de crisis que se les presenta. Respecto a estos nuevos escenarios brinda una situación en la que la tasa de paro se eleva precipitadamente además de producirse un colapso en el precio de la vivienda.
Una de las diferencias con las pruebas de estrés a la banca de 2009, la actual estipula las ayudas recibidas, por lo que la Fed pretende tener un pleno conocimiento de que la recuperación del sector de la banca les posibilita a los bancos analizados poder retribuirle a sus respectivos accionistas.
Por otro lado la gran banca desea recomprar acciones lo que llevaría a incrementar su cotización, y a la vez poder elevar los dividendos. Aunque se ha aclarado que, la retribución al accionista podrá ser para bancos que han devuelto el dinero que sirvió para capitalizados.
Las pruebas de estrés llegan en un momento de mejora de las cuentas de las entidades, desde Goldman Sachs a Bank of New York Mellon, pero coinciden con una mayor preocupación por el impacto que la crisis de los embargos puede tener sobre el resultado.
Una de las principales novedades se trata que, los resultados del nuevo test de estrés 2011 no serán publicados. Así como serán parte del cumplimiento respecto a las nuevas obligaciones de capitalización de Basilea III.