Trucos para ahorrar en energía ante la subida de precios en los suministros para el hogar.
Hay quien considera justificado que, ante el aumento de la demanda energética por la rotunda bajada de los temperaturas y el empeoramiento de otras condiciones meteorológicas, se incrementen los precios de la electricidad, el gas y la luz. Básicamente, se trata del siguiente razonamiento: a mayor petición por parte de los consumidores, mayor costo.
Por el contrario, hay quien sencillamente tacha este incremento de escandaloso, al creer que las compañías eléctricas -que mantienen un oligopolio en el mercado energético español- se aprovechan de manera flagrante de las necesidades de los clientes para ganar dinero a espuertas.
La electricidad, por las nubes
Más allá de estas dos posiciones, lo que es un hecho innegable es que la factura energética de los hogares se halla en estos días en sus cotas máximas. Por ello, conviene tener en cuenta los consejos para ahorrar en la factura de electricidad, gas y luz que se ofrecen desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Ajustar la potencia
Una parte importante de lo que se paga en la factura es la potencia contratada: cada 1,15 kilovatios suponen casi 50 euros al año. Por eso es fundamental controlar cuánta potencia se contrata. «Si en tu casa nunca han ‘saltado los plomos’, ni siquiera cuando pones a la vez la lavadora, el horno o el lavavajillas, entre otros, puede ser que tengas margen para contratar menos potencia de la que estás pagando», avisan desde la OCU.
Apostar por la discriminación horaria
Una tarifa con discriminación horaria es la mejor manera de lograr ahorro para casi todos los hogares. «Te interesa si eres capaz de concentrar al menos el 30% de la luz que consumes en horario valle (desde las 22.00 horas hasta las 12.00 y desde las 23.00 a las 13.00 en verano). Los hogares que no tienen esta tarifa consumen de media un 50% en horario valle, por lo que sin esfuerzos adicionales podrían ahorrar 80 euros al año en su factura de la luz», indican los expertos mencionados.
Cabe recordar que la discriminación horaria está disponible tanto para los hogares que tienen contratada la tarifa regulada PVPC (precio voluntario para el pequeño consumidor), que se calcula de forma diaria en función del valor monetario por hora de la energía, así como para aquellos que están con una oferta en el mercado libre.
Apagar los aparatos en stand-by
El consumo silencioso de los aparatos que están ‘apagados pero encendidos’ sale más caro de lo que parece. Apagar todo lo que se queda en stand-by (televisiones, ordenadores, equipos de música, etc.) significa ahorrar un 10% de lo que se consume. Para un consumo medio (3.500 kilovatios por hora al año) significa unos 52 euros de ahorro.
Ajustar el gasto en calefacción
Una temperatura en casa de 19 a 21 grados centígrados es razonable, siendo mejor para la noche que en los dormitorios baje a una horquilla entre 15ºC y 17ºC. En este sentido, conviene recordar que:
- Cada grado de más supone un incremento del 7% en el consumo.
- Un buen mantenimiento de la caldera puede supone un ahorro de hasta un 15% al año.
- Los radiadores deben estar limpios y sin muebles que los tapen, ya que entorpecen la difusión del aire caliente.
- Los radiadores tienen que purgarse al comienzo de la temporada, en otoño, para que no tengan aire dentro que lleve a dificultar la transmisión de calor desde el agua al aire exterior.
Usar con inteligencia los electrodomésticos
En general, resulta aconsejable decantarse por los programas que funcionan a temperaturas bajas (al calentar el agua es cuando más consumen). De forma más concreta, las siguientes cifras pueden servir de referencia.
- Lavadora: temperaturas entre 40ºC y 60ºC implican un ahorro del 40% en luz.
- Lavavajillas: los programas ecológicos funcionan a unos 50ºC.
- Frigorífico: hay que cuidar bien dónde esta instalado (alejado de las fuentes de calor, con espacio suficiente), y no excederse poniendo demasiado frío el termostato. Asimismo, no deben abrirse las puertas del frigorífico si no es necesario y, cuando se haga, es preciso procurar que sea durante el menor tiempo posible.
La importancia de aislar puertas y ventanas
Por su parte, desde el Ente Vasco de la Energía (EVE), desde el que también se anima a los ciudadanos a aplicar en sus hogares medidas sencillas que ayuden a recortar el consumo de energía y su coste, se recomienda aislar puertas y ventanas. Para ello, conviene comprobar que no hay corrientes de aire a través de ventanas, puertas o lugares por donde pueda pasar el aire exterior y, si se detectan filtraciones, evitarlas tapando las rendijas con silicona, masilla o burletes.
Además, también se aconseja bajar las persianas durante la noche para disminuir las pérdidas de calor al exterior.