«Los ricos prefieren los ETFS a otro tipo de productos bursátiles», según explica Jose MªManzanares, editor del blog de Financialred; Fondoscotizados.com. Pero, ¿Qué es un ETF? y ¿Por qué los prefieren»? Para la gente de a píe estos términos nos resultan incomprensibles y al escuchar este tipo de afirmaciones nos quedamos tal y como estamos Bien, un ETF es cómo se conoce por sus siglas en inglés a los denominados Fondos que cotizan en bolsa y que funcionan de manera similar a las conocidas acciones. Una de sus principales funciones sería replicar índices bursátiles, de manera que el Fondo cotizado viene a dar la misma rentabilidad que el mercado de referencia.
La diferencia fundamental de estos Fondos cotizados respecto a los tradicionales Fondos de inversión, es que pueden ser comprados y vendidos como las acciones en cualquier momento. En cambio, los últimos no se valoran generalmente hasta el final de cada jornada y cotizan a un único precio diario.
Gracias a la encuesta realizada por Tiger 21, un grupo formado por inversores, directores generales,emprendedores y empresarios con experiencia en servicios financieros, hemos podido conocer que los ricos prefieren invertir en los fondos cotizados que en otros productos bursátiles. En concreto, encontramos que un 23% de los inversores apuestan por los ETFS, mientras que el 14% lo hacen por los Fondos de Inversión tradicionales, en palabras de Jose Mª Manzanares. La razón fundamental es su precio, pues su adquisición tiene el mismo coste que la compra o venta de acciones y no se les aplican comisiones de suscripción y de reembolso. Además pueden adquirirse a través de cualquier intermediario financiero.
Por tanto, este tipo de inversiones permite a los ricos inversores que no tengan especiales conocimientos en temas bursátiles obtener altas rentabilidades de su dinero sin tener que realizar una gestión activa. De esta manera, obtienen rentabilidad y ahorran tiempo y esfuerzo y todo ello sin conocimientos en profundidad sobre la materia.
Quizá este pensando que usted también podría invertir en este tipo de productos, dadas las ventajas que suponen. No es tan sencillo, ya que a pesar de haberse convertido en el producto estrella para los inversores, eso no implica que sean fondos exentos de riesgo, no debemos olvidar que no están garantizados. Por lo tanto, la inversión en este tipo de fondo está dirigida generalmente a entes institucionales y particulares que puedan ser capaces de asumir los riesgos que puedan derivarse de las fluctuaciones de las cotizaciones en los mercados secundarios y esto obviamente, sólo podrán hacerlo aquellos a los que les sobra el dinero, o están muy seguros de sus inversiones.
Los analistas vaticinan que el crecimiento de este nuevo producto financiero aumentará de manera espectacular en un futuro próximo, por lo que no es de extrañar que cada vez se haga más frecuente escuchar referencias a los mismos. De hecho, en la actualidad mueven diariamente más del 35% del volumen diario que se negocia en la bolsa americana y su éxito ya empieza a sentirse también en Europa. En cuanto su funcionamiento se popularice, pronto muchos inversores minoristas optarán también por ellos.