Las hipotecas multidivisa constituyeron una excelente oportunidad para evitar los altos tipos de interés de las hipotecas españolas, en la época en que el Euribor tocaba máximos históricos al marcar cotas en torno del 5%.
En este contexto, una hipoteca referenciada al tipo de interés un país, con el que se mantenía una tasa de cambio favorable con respecto a divisas como el yen o el franco suizo, resultó una forma de escapar a las subidas incontenibles que se registraban en ese momento para el Euribor.
Sin embargo, en la actualidad, con tipos de interés en España en torno de mínimos, sumado a la frágil situación del euro, la situación es bien distinta.
La posible subida de los tipos de interés, no alcanzarán, al menos por mucho tiempo, para compensar la devaluación a la que sigue expuesta nuestra moneda respecto de las principales divisas del mundo.
Al contratar una hipoteca multidivisa, el tomador se está endeudando en una divisa extranjera. A partir de ese momento, la fluctuación de esta moneda marcará el incremento o las bajas en la cuota de la hipoteca. Si el euro se devalúa frente al yen o al franco suizo, por ejemplo, las hipotecas contratadas en base a estas monedas verán incrementada su cuota. Por el contrario, si la relación del euro frente a la divisa extranjera resulta favorable, es decir se revaloriza, la cuota de la hipoteca será menor.
Es por ello, que hoy por hoy una hipoteca multidivisa no representa un producto atractivo para el cliente, por lo que la mayor parte de las entidades financieras que la comercializaban han dejado de hacerlo.
Al margen de esta situación, este producto siempre ha estadovinculado a un nivel de riesgo, lo cual lo convierte en inadecuado para quienes no posean conocimientos financieros, o bien para momentos en que las variables macroeconómicas afecten negativamente el tipo de cambio del euro con la divisa seleccionada.