Las naciones en desarrollo son las que experimentaron un mayor efecto, dado que la escasez de vacunaciones, mantiene y al mismo tiempo aumenta el alejamiento de los turistas.
Por continente, o mejor dicho por subcontinente, el que mayor impacto sufrirá por la recesión turística en su PIB será el de América Central en tanto que, por naciones, Ecuador será el más frágil luego de Turquía. Según los especialistas no se espera regresar a los índices de circulación turística anterior a la propagación del Sars CoV-2 hasta el año siguiente e incluso el 2024.
De acuerdo a un reporte reciente por parte de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo -UNCTAD-, el declive del turismo global ocasionado por el Covid-19 podria originar una pérdida económica que superaría los 4 BILLONES de DÓLARES en el Producto Interno Bruto – PIB – mundial a lo largo del 2020/21.
La regiones en crecimiento los más afectados
Conforme a dicho reporte, la inmunización ante el Sars CoV-2 resulta más notable en algunas regiones que en otras, de modo que las pérdidas financieras resultado del sector turístico disminuyen en la mayor parte de los países desarrollados. No obstante, se agudizan en las naciones en vía de desarrollo, donde la escasez de dosis mantiene e incluso incrementa el alejamiento de los turistas.
Adicionalmente, también se remarcó que el despliegue irregular de los planes de vacunación amplifica el impacto financiero en los países emergentes, lo cual podria llegar a representar incluso cerca del 60% de las pérdidas del PIB global.
Sin embargo, se espera que la industria turística logre recuperarse en menos tiempo en las naciones con mayores niveles de inoculación, como es el caso de los EEUU, Francia, Suiza, Alemania y Reino Unido. Aun así, como bien mencionamos en un comienzo, no se espera hasta el 2024 que lleguen a experimentarse las mismas cifras de turistas internacionales que se registraban en un periodo previo a la pandemia.
A pesar de la reactivación en 2021, las pérdidas siguen siendo billonarias
Si bien se logró observar un ascenso del turismo internacional en la segunda mitad del año, el reporte continúa señalando una significativa pérdida que oscila entre 1.7 y 2.4 billones de dólares en relación a las cifras del 2019.
Por otro lado, dicho reporte evaluó el impacto financiero de tres escenarios posibles, todos ellos demuestran la disminución de los visitantes internacionales en la industria turística de este año.
El primero, planificado por la Organización Mundial del Turismo, evidencia una disminución del 75%, siendo este el pronóstico más pesimista de todos los escenarios posibles, en base al retroceso que se observó en el 2020, los cuales experimentaron una reducción del hasta 80%, como fue el caso de un viaje a Italia entre los meses de abril y junio en comparación a los mismos meses del 2019.
En este contexto, un cese de las ganancias turísticas globales de 948.000 millones origina una pérdida en el Producto Bruto Interno concreto de 2.4 billones de dólares, en otras palabras, un incremento de aproximadamente dos veces y media. Dicho nexo depende mayormente conforme a las naciones, puesto que en algunos sitios podria existir un aumento de hasta el triple, e incluso el cuádruple.
De acuerdo al reporte, este indica que se trata de un porcentaje que depende según la repercusión en la industria del turismo, adjuntando la desocupación de personal no especializado.
Por ejemplo; el T.I aporta cerca del 5% del Producto Interno Bruto en Turquía, en donde el año que transcurrió, es decir el 2020, la nación experimentó una caída de casi el 70% de la presencia de turistas internacionales, estimando una caída en la demanda de 33 mil millones de dólares, lo que implica pérdidas en segmentos fuertemente relacionados, como el sector alimentario, de bebidas, la venta al por menor, telecomunicaciones, e incluso medio de transporte.
Reflejando una perspectiva menos desesperanzada, el segundo escenario se enfoca en una disminución del 63% de los visitantes y turistas internacionales. En tanto que el tercer escenario, valora cifras variables del turismo regional y nacional en el 2021. Como por ejemplo; deduce una disminución del 75% del turismo en las naciones con cifras bajas de inmunización, y un decrecimiento del 37% en aquellos países con niveles de inoculación relativamente altos.
Las pérdidas resultaron peores de lo que se creía
La disminución del turismo originó un incremento del 5.5% en la desocupación de personal no calificado, con una considerable alteración del 0% al 15%, conforme a la repercusión de este para la economía.
Por otro lado, el mercado laboral representa aproximadamente el 30% del costo de los diversos servicios turísticos en aquellas economías que se encuentran en vías de desarrollo, al igual que en las desarrolladas. En junio del 2020, la UNCTAD consideró que un detenimiento de entre 6 y 12 meses del turismo mundial valdría a la economía internacional cerca de 1.2 y 3.3 billones de dólares, abarcando los gastos generales.
No obstante, las pérdidas resultan peores de lo que se podria esperar, dado que incluso en el peor de los escenarios pronosticados el año que pasó ha mostrado ser esperanzador, puesto que los viajes internacionales continúan siendo escasos aún luego de haber transcurrido más de 17 meses desde el comienzo de la pandemia.
Los arribos de los turistas de diferentes partes del mundo se han contraído alrededor de 1000 millones de vuelos, o un 74%, entre los meses de enero a diciembre del 2020. En el caso de excluir enero y febrero del mismo año, previo a la propagación del Covid-19, el cese de los arribos ascendería al 84%.
Cabe destacar que, las naciones y regiones en vías de desarrollo han sido las más perjudicadas por la pandemia en la industria turística, entre estos, un viaje a Sicilia por ejemplo, como muchos otros sitios han experimentado los mayores descensos de turismo en todo el 2020, los cuales se estiman entre un 60% y 80%.
En respuesta ante semejante crisis, el gobiernos de Sicilia desde hace aproximadamente un año, ha comenzado a implementar diversas políticas y estrategias para reactivar e incrementar las cifras y tasas de visitantes, como por ejemplo, responsabilizarse por la mitad del viaje, hospedaje, movilidad, e incluso asumir los costos para el ingreso a museos y sitios arqueológicos.