Con la llegada del verano, las altas temperaturas se convierten en nuestro principal desafío, lo que nos lleva a buscar maneras de mantener nuestro hogar fresco y cómodo. Sin embargo, esto puede resultar en un incremento significativo en la factura de la luz. Además, durante las vacaciones, muchas personas se trasladan a sus segundas viviendas, lo que implica un gasto adicional en electricidad. Aquí te ofrecemos algunos consejos prácticos para reducir el recibo de la luz y disfrutar de unas vacaciones más relajadas.
Evita el consumo fantasma y ajusta la potencia eléctrica
Un error común es dejar enchufados objetos como cargadores, televisores, routers u ordenadores cuando no se están utilizando. Este «consumo fantasma» puede representar hasta un 12% del gasto energético de un hogar. Aunque un aparato esté apagado, si sigue conectado a la corriente, sigue consumiendo energía. Si vas a estar fuera de casa por un periodo largo, es recomendable bajar el diferencial de todos los electrodomésticos.
Para controlar mejor la factura de la luz, también es esencial ajustar la potencia eléctrica contratada. Por cada tramo que se reduce la potencia, se puede ahorrar entre 50 y 60 euros al año. Para saber si tienes más potencia de la necesaria, conecta todos los electrodomésticos a la vez y verifica si saltan los plomos. Si no lo hacen, significa que tienes más potencia contratada de la que realmente necesitas.
Dispositivos eléctricos para combatir el calor
Uno de los mayores consumidores de electricidad durante el verano es el aire acondicionado. Aunque estos dispositivos son efectivos para mantener la temperatura deseada, también son muy costosos en términos de consumo eléctrico. Una alternativa más económica son los ventiladores, que generan corrientes de aire frío y refrescan el hogar con un menor consumo de energía.
Es crucial ventilar la casa para evitar humedades,[…]Leer noticia completa en la fuente original