Banco Santander: onza de oro por debajo de 1.000 dólares. ¿En serio?

Siempre soy algo suspicaz ante las recomendaciones “altruistas” que nuestros amigos los bancos comparten con todos nosotros. Como cuando obligaron a testificar al CEO de GoldmanSachs en el Senado, entre otras cosas, para explicar porqué recomendaban a sus clientes un producto mientras ellos tomaban la posición contraria.

Por cierto, también se filtró que a sus clientes, internamente les llamaban “muppets” (teleñecos).

santander private banking

La última recomendación implícita de Santander Private Banking es: no compres oro. Y si lo tienes, véndelo.

Lo primero que tenemos que hacer es darles las gracias por hacer el análisis público y que no solo sea para la élite de la Banca Privada. Seguro que han considerado que lo más ético es extenderla al ciudadano de a pié para que pueda beneficiarse él también de sus estudios internos. Y lo que es extenderla, lo han conseguido (está en cada diario y portal digital, por todo internet); ojalá los que tenemos otra visión del futuro de la deuda y de la tan lucrativa para el banco reserva fraccionada pudiéramos acceder a su red de altavoces. Al poder de su departamento de relaciones públicas.

Pero vale ya de introducciones cínicas. Vamos a los hechos o este artículo va a terminar no teniendo ningún valor.

No he tenido acceso al informe original, solo a uno de los muchos ecos que se ha hecho del mismo, en este caso el de invertía.com. Trabajo sobre este resumen pues.

Buena parte del artículo se basa en el comportamiento del oro ante episodios de inflación y deflación, para después los analistas concluir que el oro se comporta mal en ambos escenarios. O sea que no conviene tener oro nunca, en ningún escenario. No sé si es debido al cortoplacismo o a las carencias en el proceso de documentación, pero esto es rotundamente falso. De los muchos análisis (serios), para todo aquel que quisiera conocer la mecánica del oro y su relación con el poder adquisitivo, elegiría “The Golden Constant” de Roy W. Jastram. Es una obra de referencia, objetiva y veraz. No encontrareis las ambigüedades Santanderinas siguientes:

“El informe cuestiona el papel del oro como cobertura ante la inflación y la deflación: desde el año 2001, la correlación entre la cotización del oro y de la inflación se ha disuelto; de hecho, parece haberse invertido”. ¿Entonces, ni ante inflación ni deflación, el oro no ofrece cobertura de ningún tipo? Desde ese año 2001 al que apunta el informe, el oro se ha revalorizado un 500%, dejo elegir al Santander el escenario al que enfrentar este rendimiento. Lo que está claro es que el oro ha cumplido, parece que funciona “ante algo”.

Un último apunte respecto al papel del oro ante inflación-deflación antes de pasar a lo interesante. Con el objeto de anular su valía ante ambos, el informe “cambia” el periodo de análisis a “si nos guiamos por el pasado relativamente reciente”; parece como si buscara un corto periodo en el que el oro se comportara temporalmente diferente ante la deflación para soportar su análisis. El informe parece escrito siguiendo la orden de “desaconseja el oro, busca argumentos después”.

Me gustaría comentar también la parte “efecto divisa” del informe. La relación del oro con el USD. Aún siendo muy interesante, necesitaría un monográfico para hacerlo en detalle. Solo decir que no comparto el mismo optimismo a largo plazo que el Santander tiene respecto al USD. Me extraña que despachen con un párrafo esta cuestión, aun siendo vital. Ni una palabra respecto a las tensiones geopolíticas reclamando un nuevo sistema monetario sin el USD como moneda reserva, nada respecto al decreciente uso del USD en settlements internacionales, tampoco nada sobre las decisiones de reducir el USD en las reservas nacionales de divisas (la más reciente Nigeria, 1er productor de petróleo de África).

En lo que sí voy a incidir, aunque el Santander haya pasado de puntillas, es en el aspecto físico. “desde 2009 la oferta de oro se ha incrementado en 25.000 toneladas adicionales”: esta frase para inducir al lector a pensar que nadamos en la abundancia de oro físico es rotunda y flagrantemente falsa. La producción mundial de oro (exceptuando China y Rusia, los cuales no exportan un solo gramo su producción, mentes inquietas se preguntarán el porqué… ¿no leen a los analistas del Santander?) es de 2.200 TO. Y aumenta solo un 2% anual aprox. Los datos oficiales del SGE (Shanghai Gold Exchange) nos dicen que solo China importa hoy en día el total de la producción mensual mundial. El gobierno Indio (antiguo número 1 en el consumo de oro, antes de ser sobrepasado por China) ha impuesto aranceles y tasas especiales recientemente para parar las importaciones. Vendido como algo para “mejorar la balanza y el déficit” muchos analistas apuntan que ha sucumbido a las presiones Anglo-Americanas. No se podía añadir la demanda India a un mercado ya sumido en la escasez. Cada onza física que se retira de la LBMA, al estar apalancada un 92:1 (datos oficiales del propio Banco Central Indio), hace mucho daño. Ya lo dijo Sir Eddie George, gobernador del Banco de Inglaterra en 1999, época, por cierto, donde abundaban los comentarios interesados como éste del Santander. «We looked into the abyss if the gold price rose further. A further rise would have taken down one or several trading houses, which might have taken down all the rest in their wake. Therefore at any price, at any cost, the central banks had to quell the gold price, manage it.»
En una entrevista desde Suiza, al CEO de una de las mayores refinerías mundiales, decía que trabajan en tres turnos las 24h del día. El nivel de demanda actual es algo que esta persona (en la refinería desde hace 40 años) no había visto nunca. Su principal tarea consistía en reconvertir lingote de 400oz 995, en lingotes de 1kg pureza 9999 (standard Chino). Parte de los lingotes que reconvertían tenían sellos de refino de los años 60. Lo último que queda en las cámaras…

El informe, por supuesto, tampoco habla de los problemas en la repatriación del oro físico alemán desde la NY FED. Lo cual está causando una revuelta pública exigiendo explicaciones. El plazo dado por EEUU es de 7 años, cuando se podría hacer en 7 días y 3 Airbuses. Si hubiera oro disponible, claro.
Dos últimos dato sobre la “abundancia”: el año pasado, el banco ABN-AMBRO, miembro de pleno derecho en la LBMA quebró en su obligación de entrega física a sus clientes. Obligándoles a aceptar papel (EUR, USD…) en vez del oro depositado.

El nivel de inventarios en el Comex, principal mercado de futuros del oro, es alarmantemente e históricamente bajo respecto al stock “registered”, el destinado a la liquidación de contratos. En este mes de febrero, el stock es de tan solo 439.900 onzas ante las 2.925.000 onzas del año pasado. Este párrafo merecería un análisis más detallado para el que tampoco hay espacio.

Invito al lector a contrastar todos y cada uno de los puntos detallados.

El denigrar el oro y ensalzar la deuda Española es algo ridículo, que no se sostiene ante el menor análisis crítico. Pero supongo que el Santander, así como la mayor parte de la banca Española tiene deuda de sobra. Le falta otra cosa. Han empezado los preparativos para el cambio, para el futuro.

El oro no tiene riesgo de contrapartida. No es el pasivo de nadie, como el USD o las letras del tesoro. No depende de ningún “full faith and credit”. Y el poseer algo así en estos tiempos, es un lujo. Es oro.

Coincido con este análisis del Santander Private Banking en que la onza “puede” bajar a 1000USD. Ahora bien, también quiero dejar por escrito, vinculantemente: la onza en 5000USD antes de que termine esta década.

Unai Gaztelumendi

@EstudioMetal

www.estudiometal.com

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