Allá, por finales de enero, Banesto lanzaba sus productos Selección, una apuesta que beneficiaba a sus clientes en caso de que España se le ocurriece ganar la Copa del Mundo Sudáfrica 2010. Por aquellos días, una oferta «marketinera», que pocos pensaban se podía concretar.
La primera estrategia de la entidad que preside Ana Patricia Botín fue convertirse en patrocinador oficial de la selección española de fútbol, sin embargo, el gran objetivo llegó a principios de 2010 cuando desembarcó con la Hipoteca Selección, las Tarjetas Selección y el tan renombrado Depósito Selección.
A tan sólo 48 horas de que se juegue la final, pocos se animaban a arriesgar que España disputaría el último de los partidos del torneo contra Holanda, los directivos de Banesto, ¿también apostaban por esta final?
Si analizamos los números, tal vez dentro de esa gama de productos, el que mejor le ha resultado a nivel cifras ha sido el Depósito Selección, que ofrece un 3% TAE a 12 meses, pero con un incentivo extra, un 4% en caso de que «La Roja» consiga ser el nuevo campeón.
Esto quiere decir que a Banesto le saldrá más caro la felicidad de los españoles, que incluye la de los mismos directivos de la entidad, que hasta ahora han gritado cada gol como uno más de nosotros. Por lo tanto, ¿cuántos compatriotas saldrán a festejar el domingo por la noche en caso de que España se consagre campeón? ¿Todos?, o algunos se tomarán de los pelos y se preguntarán ¿qué hemos hecho?
Mi inquietud radica en saber si prevalecerá el amor por el equipo nacional o una vez más caerán a los pies del vil metal aquellos que tienen objetivos financieros por sobre la pasión irracional del placer esfímero de una competencia deportiva.
Antes que comience a rodar la Jabulani, Banesto captó en medio de la guerra de pasivo cerca de 1.000 millones de euros. Con este escenario, si los guerreros de Del Bosque levantan la copa, los clientes del banco se repartirán 40 millones de euros, y si Robben y compañía nos amargan el sueño, finalmente el de Banesto se hará realidad, y se ahorrarán 10 millones.
En dos días veremos si la banca finalmente tiene sentimientos, o corre como siempre detrás del dinero…