Actualmente, vivimos en una época un poco convulsa, sobre todo, en cuestiones de salud y economía. Desde hace apenas 10 meses comenzamos a convivir en todo el mundo con un nuevo virus que ha provocado una pandemia mundial y el desplome de la economía en muchísimos mercados.
Es por esto que, a día de hoy, encontramos cada vez más personas con complicaciones de liquidez que se ven ciertamente limitadas a la hora de encontrar un trabajo y mantener la solvencia de sus familias. Debido a esto, en los últimos meses ha empezado a crecer exponencialmente la necesidad de conseguir préstamos para hacer frente al pago de la vivienda o de cualquiera de los otros gastos que pueda tener un núcleo familiar normal.
Sumado a esto, últimamente también hemos empezado a encontrar ciertas dificultades para conseguir la aprobación de estos créditos por parte de las entidades que ven cómo esta crisis ha vuelto a vaciar los bolsillos de sus acreedores.
No obstante, no debemos preocuparnos en exceso si estamos planeando solicitar una ayuda económica de este tipo. Todavía es posible conseguir la aprobación de un préstamo, haciendo uso de algunos consejos básicos a los que cualquiera puede acudir en esta situación.
Por este motivo, en este post, queremos reflexionar un poco acerca de cuáles son las principales dificultades que encuentran los usuarios a la hora de conseguir un préstamos, cómo se han producido cambios en el sector que han afectado a la aprobación de los créditos bancarios y, por supuesto, algunas soluciones prácticas que pueden resultar de utilidad.
Las principales dificultades que se encuentran
Aunque, en principio, tanto los bancos como las entidades de crédito siguen concediendo préstamos económicos a sus clientes, lo cierto es que las condiciones que estipulan sí se han vuelto más restrictivas. Ante esta situación, miles de personas que pensaban acudir a este tipo de préstamos para hacer frente a sus gastos, ven cómo se endurecen los requisitos y, en muchos casos, como debido a esto pierden su oportunidad de acceder a ellos.
Las principales dificultades a las que se enfrentan ahora los usuarios que buscan conseguir un préstamo están relacionadas, en gran medida, con la pérdida del empleo. Al no contar con un empleo estable que la mayoría de la población ha perdido a consecuencia de la crisis, las entidades de crédito no puede asegurar que el dinero prestado vaya a ser devuelto. Así, a menudo se niegan préstamos, sobre todo, a personas desempleadas que además suelen ser aquellas que más lo necesitan.
Otra de las dificultades que se encuentran los usuarios a la hora de solicitar un crédito está relacionada con los propios demandantes de préstamos. Debido a la crisis sanitaria, los bancos y entidades de préstamos se han visto desbordados de peticiones de crédito. Esta saturación ha provocado que las entidades de crédito se hayan visto en la obligación de escoger únicamente a los mejores perfiles solicitantes, ya que realmente puede no existir liquidez para otorgar préstamos a todo el mundo.
Por otra parte, aún perduran también las trabas que se encontraban con anterioridad a la crisis, pero potenciadas por la situación extraordinaria que se vive a nivel global: procesos burocráticos largos y complejos, así como la prolongación excesiva de los plazos en cuanto a la presentación y la aprobación de los préstamos.
Cambios en el sector que afectan a la aprobación
Por su parte, dentro del sector de los créditos, la crisis provocada por la pandemia también ha ocasionado un cambio a nivel estructural. Por su parte, los bancos se han centrado quizás más en la aprobación de los conocidos préstamos ICO, financiados por el Gobierno, y han retirado sus líneas de crédito más personales. De esta forma, las entidades bancarias han priorizado su propia liquidez, evitando aprobar créditos personales y dando preferencia a préstamos más respaldados.
Por otra parte, también han surgido nuevas formas de acceder a los créditos personales. Actualmente, por suerte para muchas personas, existen todo tipo de empresas dedicadas a la adjudicación de préstamos, que ofrecen a los particulares una alternativa fiable y con garantías para obtener ese dinero que tanto necesitan.
La incursión en el mercado de este tipo de compañías también ha propiciado un cambio dentro del sector de los préstamos, ocasionando que los bancos sean más reacios a aprobar créditos personales, delegando esta labor en las nuevas empresas de créditos rápidos online.
Por otro lado, gracias a estas compañías han sido muchos los particulares que por fin han podido acceder a una línea de crédito. Además, una de las principales ventajas de este tipo de préstamos es que se pueden consultar de manera rápida y directa a través de Internet, sin tener que perder demasiado tiempo en cuestiones burocráticas.
Sea como sea, lo que está claro es que estamos viviendo un momento complicado para la obtención de préstamos. Aún así, cada día miles de personas logran acceder a estos servicios gracias a la democratización del sector que, por una parte, ha permitido un cambio en el servicio pero, por otra parte, ha provocado un endurecimiento de las condiciones de crédito por parte de las entidades bancarias.