Para pedir un préstamo de forma que no conlleve problemas futuros, es aconsejable planificar un poco cómo va a realizarse toda la operación. De hecho, según Lorena Moreno de Kreditium.es los usuarios habitualmente buscan información sobre cómo conseguir financiación más barata o que no les pida requisitos que no pueden cumplir, pero no sobre cómo prepararse para el préstamo.
A continuación, tienes algunos consejos:
1 Analiza tus ingresos y gastos
Habitualmente, los usuarios no hacen cuentas, sino que estiman a ojo el préstamo que pueden pagar. El problema es que cuando se hacen estas estimaciones a ojo, no se suelen tener en cuenta los gastos pequeños que unidos todos juntos suponen una cantidad mayor de lo que muchas veces se cree.
Por ello, una muy buena práctica es hacer uso de papel y bolígrafo (o una tabla de Excel para los más tecnológicos) y anotar los ingresos y gastos mensuales, de modo que se obtenga una idea real de la diferencia entre unos y otros que, a la postre, será la cantidad que realmente podemos pagar o ahorrar para devolver el préstamo cuando llegue el momento de los pagos.
2 Establece un plan de ahorro
Obtener un préstamo no tiene que ser sinónimo de futuras estrecheces económicas, pero es mejor estar preparado para imprevisto.
Si se pide un préstamo, debe ser porque en el estado actual de las cosas se pueden pagar sus cuotas. Ahora bien, ¿qué pasa si ocurre algo que implica un gasto extra?
No siempre es posible, pero si se puede tener un plan B para seguir ahorrando dinero para la devolución del préstamo, estaremos mucho mejor preparados.
Puesto que generar ingresos no depende solo de nosotros, normalmente dicho plan B consistirá en recortar gastos. Es decir, confeccionar un listado de gastos que llegado el momento se pueden recortar si es necesario.
Hacerlo antes de pedir el préstamo, te ayuda a tener una idea más realista de si puedes hacerlo, ya que si simplemente lo estimas a ojo, cuando llegue la necesidad real te puedes llevar una sorpresa desagradable.
3 Define el tipo de préstamo que necesitas
Con los dos pasos anteriores, puedes tener una idea mucho más exacta del préstamo que necesitas. Al tener claro tus ingresos, gastos y capacidad de recortar estos últimos, puedes saber qué cantidad puedes pagar en cuotas de préstamos mensualmente o ahorrarla hasta la devolución final. Con ello, te resultará mucho más fácil decidir si puedes comprometerte a devolver un préstamo con unos determinados intereses o no es sensato hacerlo.
4 Planifica cómo vas a utilizar el dinero
A veces, sabemos que necesitamos dinero, pero no sabemos exactamente para qué. Un préstamo siempre debe ir asociado a una necesidad porque si no lo haces así, el dinero puede volar en pequeñas cosas y que el problema continúe.
Haz un listado de gastos a los que va a ir destinado el préstamo y no te permitas usar ese dinero en otras cosas. Por supuesto, esto requiere una reflexión para identificar qué gastos son los verdaderamente importantes.
5 Compara opciones
Antes de firmar nada, es importante comparar varias opciones de préstamo. A partir de esa comparación se puede optar por lo más cómodo, lo más barato o cualquiera de las posibilidades, pero se será consciente de lo que se está haciendo y, además, la comparación ayuda a entender mejor cómo funcionan los préstamos y sus características importantes.