Para muchas personas, tener que pedir un préstamo personal es un auténtico agobio. De alguna manera, ven como una irresponsabilidad acceder a un dinero que no se tiene. Sin embargo, el enfoque financiero es bien distinto, ya que un préstamo es simplemente disfrutar de un dinero futuro en el momento presente, pero eso sí, a cambio de un préstamo.
Para todos aquellos que se sienten intranquilos ante la posibilidad de tener una deuda debida a un préstamo online, Compinero.com ha dado algunas pautas que pueden reducir un poco el estrés.
Haz cuentas con papel y bolígrafo
Una de las mejores maneras de eliminar presión sobre el hecho de pedir un préstamo es demostrarte a ti mismo que puedes pagar. Además, te puede ahorrar una gran pérdida de tiempo si tras hacer la comprobación descubres que no es así, ya que en ese caso las entidades probablemente rechazarían tu solicitud si llegaras a hacerla y ahora lo sabrás.
La comprobación es muy sencilla, pide los movimientos de tu cuenta bancaria de los últimos dos o tres meses y anota todos los gastos regulares que tengas. Luego, resta estos gastos a tus ingresos. Necesitas que ese sobrante sea suficiente para poder pagar las cuotas mensuales del préstamo. Lo ideal es que sobre algo por si suceden imprevistos.
Elabora un plan B
Ahora que tienes identificados tus gastos, comprueba si podrías eliminar o reducir alguno de ellos en caso de que ocurrieran esos temidos imprevistos. Tener claro en qué podrías ahorrar te ayuda a tenerlo todo más controlado, incluso si finalmente no es necesario.
Además, también puedes tratar de encontrar medios para aumentar tus ingresos llegado el caso. Dependiendo de cuánto dinero sea, puedes hacerlo desde vendiendo cosas de segunda mano que ya no utilices, hasta alquilando una habitación de la casa[…]Leer noticia completa en la fuente original