Casi todo en esta vida tiene fecha de caducidad y las deudas, sanciones y multas no son diferentes. Pasado un tiempo, los acreedores ya no podrán seguir reclamando. Te descubrimos cuándo caduca una deuda y qué plazo de prescripción se aplica a cada una.
La deuda se ha convertido en uno de los grandes lastres de las sociedades modernas y del propio sistema capitalista. Endeudarse hoy en día es tan fácil que resulta complicado encontrar a alguien que no haya pedido un préstamo o un crédito alguna vez en su vida. Sin embargo, no todas las deudas son iguales. En otras palabras, no es lo mismo que tu acreedor sea un banco a que lo sea el propio Estado o Hacienda ni tampoco que sea una deuda por tarjeta de crédito que una hipoteca.
Lo que no cambia es la posibilidad de reclamar el pago de las deudas. Dicho de otra forma, que el acreedor pueda exigir que hagas frente a tus obligaciones.
Por fortuna, no se trata de un derecho eterno. Aquí también hay una serie de límites sobre el tiempo máximo que se puede reclamar una deuda. Según figura en el Código Civil y más concretamente en su artículo 1961, las deudas “prescriben por el mero lapso de tiempo fijado por la ley”. Es decir, que toda deuda tiene fecha de caducidad y una vez se alcanza, prescribe y no se podrá reclamar.
Condiciones para que prescriba una deuda
¿Cuándo caduca una deuda en España? Como punto de partida, el plazo de prescripción de una deuda varía entre 3 y 15 años dependiendo del tipo de deuda.
Sin embargo, para que una deuda cauque deben darse dos condiciones inequívocas. ¿Cómo prescribe una deuda? Cuando se dan alguno de los siguientes supuestos
- Que el acreedor no haya ejercido ninguna acción[…]Leer noticia completa en la fuente original