El efecto mariposa en la economía: cualquier cosa que hagas tiene efectos donde menos lo imaginas

Dicen que todo lo que se va vuelve de alguna manera. En la Economía ocurre lo mismo: existe una “pescadilla que se muerde la cola” que es la base de este mundillo llamada “Flujo circular de la Renta” (“Circular Flow” para aquellos pobrecitos que sólo saben estos conceptos en inglés). Y es que, hasta hace 10 años el único proceso cíclico que muchos conocíamos era el “Ciclo de la vida “ de El Rey León (madurando que es gerundio).

¿Por qué quiero hablar de este proceso básico? Respondamos con otra pregunta. ¿Acaso no intentamos siempre entender cómo funciona cualquier aparato o mecanismo que tenemos en casa, incluso cómo se monta un mueble pongamos, como ejemplo, de una marca… sueca… IKEA?

Por ese motivo hay que tratar a la Economía no como una ciencia incomprensible, sino como una máquina que tiene también su “Manual de Instrucciones”, es decir, un proceso que tiene su lógica, sus piezas, sus encajes y su utilidad. Hay quienes la tratan como un “animal irracionalmente comprensible”. Pero bueno, pasemos a describir primero las piezas de esa máquina:

–          Las Familias. Para los que no lo sepan sé de alguien que les puede definir muy bien en qué consiste. Otros la describen como “Grupo de personas con parentesco que se juntan de ciento en viento para sacarte los colores con alguna que otra anécdota”.

–          Las Empresas. Los que nos visten y a los que vestimos. Son una organización con fines de lucro que otorga un servicio o bien a la sociedad. Desde el punto de vista de la economía, una empresa es la encargada de satisfacer las demandas del mercado.

–          El Estado. Siempre es “el malo”, el culpable de todo, cualquier decisión que tome, mal. ¿Por qué? Porque sí: alguien tendrá que cargar con las culpas 😉

–          Mercado de Factores. Conjunto compuesto por los mercados de recursos naturales, de trabajo y capital.

–          Mercado de Productos. Son esos mecanismos a través de los cuales se produce el intercambio de un bien o un servicio a cambio de dinero, dado un precio, entre un comprador y un vendedor. Hay millones de lugares físicos (como mercados, tiendas, centros comerciales o máquina expendedora) pero también medios que no requieren la presencia de las dos partes (venta por catálogo o internet, e incluso algo tan simple como encender un interruptor).

¡Listo! Ya tenemos las piezas localizadas y ordenadas encima de la mesa. ¿Siguiente paso? Sacar de la caja el Manual de Instrucciones del que hablábamos más arriba, desplegarlo y echarle un vistazo para empezar a entender el proceso. Lo desdoblamos y… ¡Voila! Nos aparece este dibujo taaan interesante y que poco a poco le vamos a dar una forma para entenderlo.

En primer lugar, decir que las familias desempeñan un papel doble: por un lado son los propietarios de los factores productivos, tierra, trabajo y capital, y también son los que consumen.

En segundo lugar, el papel de las empresas es muy sencillo: utilizan esos factores productivos de las familias para poder producir los bienes y servicios que, a su vez, las propias familias están demandando como necesidad para sus vidas.

¿Dónde se hace el intercambio entre familias y empresas? En los mercados de factores. Las familias entregan esos factores a las empresas y reciben a cambio las rentas (salario, alquiler, sueldos…). ¿Qué ocurre a continuación? Con el dinero que se han gastado las familias las empresas seguirán produciendo bienes y servicios.

Para terminar el contenido «denso» voy a hacer un resumen de cómo interactúan:

  • Las familias o economías domésticas ofrecen los factores a las empresas a cambio de una renta y con el dinero obtenido consumen bienes y servicios pagando un precio por ellos.
  • Las empresas ofrecen los bienes y servicios a las familias a cambio de un precio y demandan los factores pagando una renta.
  • El sector público recauda impuestos y a su vez ofrece bienes y servicios público, transferencias o subvenciones tanto a las familias como a las empresas.

Bueno, pasemos a hablar de forma comprensible. Ya hemos visto que finalmente la Economía es un cúmulo de sucesos que se retroalimentan entre ellos. Si sube el consumo, aumentan los gastos, las empresas crecen y los precios bajan, el Estado recauda más y la riqueza global crece. Muy sencillo, ¿no?

Por lo tanto, ¿por qué hacer caso a los sindicatos cuando dicen que no consumamos? O ¿por qué creer a un independentista cuando afirma que bajar la balanza comercial no es dañino para una Comunidad Autónoma? TODO, absolutamente todo está correlacionado. ¡Ojo!, no es tan exagerado como el Efecto Mariposa en el que dicen que «El revoloteo de una mariposa en Pekín puede provocar un huracán en Nueva York«,

¿Qué se puede hacer para que funcionemos cada vez mejor y podamos reforzar esa máquina en España?

–          Hay que fomentar la compra de productos y servicios españoles para que entre más dinero. No nos conviene en absoluto ganarnos enemigo fuera de España.

–          Hay que fomentar el consumo interno, no ahogarlo con subidas de impuestos que no proceden.

–          Hay que facilitar la creación de empresas y premiarles como es debido porque a su vez crean empleo.

–          Hay que culturizar y concienciar más a los ciudadanos en materia económica y «retocar» algunos componentes (como el sistema financiero).

–          … Hay que hacer tantas cosas que no se hacen y se alejan del sentido común…

El Flujo circular de la Renta es un objeto vivo que está compuesto por diferentes piezas y, si se toca/modifica/tambalea alguna de ellas corremos el riesgo de que su ciclo vital se vea perjudicado.

Imagen: CCarte&fotografía

 

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