Muchos son los datos de los graves problemas que se viven en España. Un elevado déficit por un lado, contra un moderado endeudamiento datan de problemas de solvencia.
Si bien, España no caerá en el corto plazo, debido a su endeudamiento que data de moderado, no se la ve en buenas condiciones para el mediano y largo plazo.
Aunque entre Grecia y España hay serias diferencias, y sus economías no son parecidas, el elevado déficit público español, puede llevar a la insolvencia estatal.
Para tener como dato, las cuentas públicas cerraron el 2009 con un déficit del 11.2%. Período en el cual, la deuda subió al 53.2% del PIB (aunque se encuentra 20 puntos debajo de la media de la eurozona).
Por otra parte, se presenta una disyuntiva entre los planes de austeridad para este año, y la previsión de alcanzar el déficit público al 3% del PBI para 2013. Los especialistas dudan que se logre el objetivo planteado por la Comisión Europea.
En cuanto a la situación actual, los problemas se vienen presentando por basar muchos años en políticas económicas sin sostenes y eludir la adopción de medidas estructurales. Por ejemplo, insistir en los temas del desempleo que ya es cercano al 20%.
Como bien dijimos anteriormente, no solo el déficit es un problema, la relación entre el nivel de deuda y PIB, es un tema preocupante. Este año su ratio deuda/PIB llegará al 65.9%. Para hacer frente a esto, el Tesoro deberá abonar en lo que queda del año unos 83,000 millones de euros.
No obstante, está lejos de ser tan acuciante como en el caso de Grecia, donde su deuda es el 120% de su PIB. Asimismo, España presentará mayores facilidades de financiación, con bonos amortizables a 7 años, que lo mantendrán alejado, parcialmente, de los problemas de pagos.
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