El mercado de la vivienda sigue siendo protagonista y no sólo por el desplome de la actividad laboral en el ámbito inmobiliario y de la construcción. Precisamente hoy hemos conocido dos datos complementarios pero muy esclarecedores acerca de la situación del mismo, pero no del lado del ‘ladrillo’, sino de la financiación para acceder al mismo.
El primero es el referente a los datos concesión de crédito que publica el Banco de España. En enero los nuevos préstamos concedidos a familias y empresas se desplmiaron un 32% y 38,5% respectivamente en relación al mes anterior. En tasa internual la caída es tan sólo dl 15,9% y del 27,6%. En total, las entidades financieras concedieron en enero 8.671 millones a las familias españoles, de los cuales más de la mitad fueron destinados a la adquisición de vivienda. En tasa interanual los préstamos para comprar casa crecieron un 3,06%, pero en comparación con el mes anterior la caída es del 34%.
Estos datos deberían ponernos ya en alerta sobre la realidad del mercado hipotecario e inmobiliario español. Si los bancos no conceden préstamos puede ser porque realmente no disponen de capital (algo en parte que es cierto), porque son más exigentes en las condiciones del préstamo 8algo que sí es cierto) o porque no creen que el ajuste inmobiliario haya llegado a su fin y por lo tanto no van a financiar a través de una hipoteca una casa que va a perder valor, con el riesgo que esto implica para sus balances.
Pero lo peor de la jornada no han sido estos datos, sino otros de los que se hace eco Cotizalia y que incluso han alcanzado la portada en Meneame. En este caso se trata de información del Banco Central Eurpeo (BCE) respecto a los créditos en los países de la Eurozona y toda la Unión Europea y que coclocan a España como el país con los tipos de interés más elevados para las nuevas operaciones. Es decir, que los préstamos españolas son las más caras de la zona euro. El diferencial afecta a todos los plazos y prácticamente a todos los préstamos, aunque es en consumo donde mayores diferentes se registran.
El interés medio que un hogar español tiene que pagar por un crédito al consumo de menos de un año de duración es del 11.05% por el 6,81% de media en la zona euro. Si el plazo se amplia hasta los cinco años, el resultado es, igualmente, evidente. Un 8,23% en el caso español y un 6,43% en la eurozona. Sin embargo, esta tendencia se invierte en el caso de las hipotecas, donde el tipo de interés medio que se aplica es del 2,42%, por debajo del 2,70% que se cobra en la eurozona. Si se tienen en cuenta no sólo los préstamos más recientes, sino también los antiguos, la conclusión es similar:un 3,20% en España frente al 4% en la unión monetaria. Es decir, se sigue incentivando la compra de ladrillo porque ahora son los propios bancos quienes tienen las viviendas en sus carteras y, como es lógico, quieren darles salida.
Imagen –coolplatanos