Con el paso de los años, las autoridades de China y la colonial Hong Kong decidieron que las actividades delictivas y la falta de sanidad eran intolerables. En 1984 decidieron poner fin al problema y firmaron el acuerdo de desalojar y derribar la ciudad en 1987.
Fue en el año 1991 cuando se empezó a indemnizar y desalojar a los más de 50.000 habitantes que había por aquel entonces. Hubo multitud de quejas por parte de vecinos y comerciantes, aquejados de las irrisorias indemnizaciones que les dieron por abandonar la que era su casa. Por lo tanto, el desalojo se alargó hasta el año 1993.
Si quieren saber más y ver fotos, pasen a la última página.