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PEKÍN, 9 de enero de 2023
PEKÍN, 9 de enero de 2023 /PRNewswire/ — El domingo China puso en marcha sus medidas reducidas contra la COVID-19 cuando la nación comenzó a reanudar la vida normal tras tres años de estricta gestión de la pandemia.
El país volvió a abrir sus puertos fronterizos para el transporte de carga, así como para los visitantes entrantes y salientes. También reanudó los servicios para que los ciudadanos chinos soliciten pasaportes y visados con motivos de negocios y recreación.
Se descartó implementar cuarentenas y tomar pruebas de COVID-19 in situ para los visitantes entrantes, así como realizar desinfección preventiva en los bienes importados e inspección de alimentos preservados en cadena de frío.
El país ya no aplicará medidas de cuarentena ni pruebas masivas de COVID-19. También se descontinuaron las prácticas de identificación de contactos estrechos o designación de áreas de alto y bajo riesgo.
Cambios en las políticas
China redujo el control de la COVID-19 de clase A a clase B y la excluyó de las enfermedades infecciosas que deben controlarse con cuarentena tras una serie de cambios recientes en las políticas con respecto al virus, gracias a que el país alcanzó una tasa completa de vacunación de más del 90 % y el virus COVID-19 mostró menos gravedad.
Durante la pandemia, la COVID-19 fue clasificada como una enfermedad infecciosa clase B, pero estuvo sujeta a las medidas preventivas y de control para una enfermedad infecciosa clase A en China, con políticas estrictas como cuarentena y encuestas epidemiológicas frecuentes.
China ha categorizado 40 enfermedades infecciosas de declaración obligatoria en tres clases (clase A, clase B y clase C). La plaga y el cólera se clasifican como enfermedades infecciosas clase A. El SARS, el SIDA y la tuberculosis se encuentran entre las enfermedades infecciosas clase B. Las enfermedades infecciosas clase C incluyen la gripe y las paperas.
Según Liang Wannian, director del panel de expertos para la respuesta ante la COVID-19 de la Comisión Nacional de Salud (NHC) de China, una enfermedad infecciosa se clasifica en función de una evaluación integral de múltiples factores, incluyendo características patógenas, síntomas, cuán lejos y rápido puede propagarse, cuánto daña la salud, su influencia social y económica, así como la inmunidad grupal y la capacidad del sistema de salud.
«En el brote de la pandemia, clasificamos la COVID-19 como una enfermedad de clase B, pero aplicamos un control de clase A debido a su rápida propagación», afirmó Liang, agregando que no sabían mucho sobre la enfermedad al principio y que ese manejo era necesario para proteger a las personas.
Liang explicó que recientemente algunas condiciones clave han cambiado, incluida la mutación del virus menos mortal, la alta tasa de vacunación y el creciente apoyo a la respuesta del país ante la epidemia, lo cual sentó una excelente base para hacer nuevos ajustes.
«Estamos listos para rebajarla a nivel de control de clase B para responder a las infecciones de una manera más precisa y científica», afirmó Liang.
El experto también destacó que la reducción de las medidas de control no significa que el país no tenga control ni haya detenido todas las medidas preventivas contra el virus.
«Significa que estamos mejorando nuestros servicios de salud y nuestra capacidad de respuesta ante epidemias», afirmó Liang.
China cambió el nombre chino para la COVID-19 en diciembre, pasando de «neumonía por el nuevo coronavirus» a «infección por el nuevo coronavirus» para describir con mayor precisión la enfermedad.
Respuesta reforzada ante la COVID-19
El sábado, la NHC publicó su décima edición de las pautas para la prevención y el control de infecciones por COVID-19, destacando la importancia de impulsar la vacunación entre los grupos de alto riesgo como los adultos mayores.
Fortaleció las capacidades de monitoreo y alerta temprana, incluida la vigilancia periódica de la mutación del virus, la neumonía desconocida, las aguas residuales urbanas, los hospitales y los pasos adicionales en situaciones de emergencia, como la vigilancia entre grupos clave.
Las comunidades ya no realizarán pruebas masivas para detectar la COVID-19, pero se proporcionarán a quienes las requieran.
«Por ahora, nuestra prioridad es el tratamiento médico para los casos graves», afirmó Liang. Dijo que es de gran importancia impulsar aún más la vacunación, el monitoreo de virus y la capacidad de brindar atención médica en las zonas suburbanas.
«Para cualquier enfermedad contagiosa como esta, no es suficiente depender solo del gobierno», afirmó Liang. «Depende de la sinergia que proviene del gobierno, la sociedad, todas las organizaciones y cada uno de nosotros».
https://news.cgtn.com/news/2023-01-08/China-downgrades-COVID-19-rules-as-nation-readies-for-normal-life-1gqlRta1jZS/index.html
Fotografía: https://mma.prnewswire.com/media/1979318/CGTN_Covid_Infographic.jpg
FUENTE CGTN