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PEKÍN, 5 de enero de 2023
PEKÍN, 5 de enero de 2023 /PRNewswire/ — Desde que China dio prioridad a su respuesta ante la COVID-19 a partir de la política dinámica de cero COVID-19, algunos medios de comunicación e intelectuales de occidente han cuestionado el «nivel de preparación» de China para hacer el cambio.
El nivel de preparación solo puede evaluarse por los resultados a los que conduce: en el caso de la COVID-19, la cantidad de vidas salvadas. Desde el brote, China ha preparado a sus ciudadanos para enfrentar el virus. La política dinámica de cero COVID se implementó con el objetivo de ganar tiempo para lograr que la mortal cepa original y las variantes posteriores se volvieran menos letales.
Li Guangxi, experto en el Mecanismo Conjunto de Prevención y Control del Consejo de Estado, expresó en una entrevista que «en el momento en que el virus llegó al mundo, era muy grave. Hizo que los hospitales, especialmente las camas de las UCI, se ocuparan. Esto ocurrió en todos los lugares del mundo». «Y ahora, después de que el virus se ha vuelto mucho menos grave, en este momento queremos atenuar nuestras medidas. Ciertamente, tendremos un aumento de los casos. Sin embargo, la tasa de mortalidad y la gravedad del tipo de COVID-19 serán mucho menores que antes», afirmó Li.
Según Wu Zunyou, director epidemiológico del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, la proporción de casos graves y críticos ha disminuido del 16,47 % en 2020 al 0,18 % en los últimos tiempos.
Jiao Yahui, director del Departamento de Administración Médica de la Comisión Nacional de Salud, mencionó en una conferencia de prensa en diciembre que los hospitales provisionales para la COVID-19 de China se adaptarán y dotarán con mayores capacidades de tratamiento a fin de convertirlos en hospitales subdesignados para pacientes con COVID-19. China cuenta con unas 138.100 camas para cuidados críticos, 10 por cada 100.000 personas. Hay un total de 80.500 especialistas en cuidados críticos y 220.000 enfermeros de cuidados intensivos en China. A su vez, más de 106.000 médicos y 178.000 enfermeros tienen la capacidad de manejar trabajos en UCI.
Para proteger a la población vulnerable, incluidos los adultos mayores —un desafío crítico para el país—, China lanzó el segundo refuerzo contra la COVID-19 el 14 de diciembre. La vacuna inhalable también se implementó para aquellos que están cansados o no pueden recibir una inyección en el brazo.
También se aumentaron los suministros de medicamentos contra la epidemia. La administración de medicamentos y las autoridades de Pekín han enviado grupos de trabajo conjuntos de más de 50 personas a cinco grandes empresas farmacéuticas mayoristas en Pekín para aliviar la escasez de medicamentos para el tratamiento y la prevención de la epidemia. Los datos de China Resources Pharmaceutical Commercial Group Co., Ltd mostraron que la compañía había suministrado más de 3,5 millones de cajas de medicamentos antiepidemia a más de 4.000 clientes en Pekín en una semana, entre ellos 300 hospitales, más de 2.200 centros de salud comunitarios y más de 1.500 farmacias minoristas.
En Shanghái, se les pidió a las clínicas de fiebre de 145 hospitales de nivel secundario y superior que permanecieran completamente abiertas. En la provincia de Zhejiang se han abierto telehospitales en algunas ciudades a fin de responder a la creciente demanda de diagnósticos y tratamientos en las clínicas de fiebre.
La prevención y el control son un proceso de creación de instituciones y de fortalecimiento de las capacidades médicas para hacer frente a las situaciones en evolución. China se ha adaptado rápidamente a la situación actual y ha hecho ajustes basados en la retroalimentación del público y la comunidad médica. Y el cambio de política refleja el hecho de que China está lista para asumir lo que viene a continuación.
https://news.cgtn.com/news/2022-12-31/Is-China-prepared-for-shift-in-COVID-19-policies-Yes–1gcS2Uz1GYE/index.html
Fotografía: https://mma.prnewswire.com/media/1977230/image1.jpg
FUENTE CGTN