La CAM resultó tener un 3% de core tier 1 (capital de mayor calidad) en el escenario económico adverso proyectado por la EBA, suspendiendo la prueba, que exigía un mínimo del 5%. Sin embargo, teniendo en cuenta las provisiones anticíclicas y bonos convertibles, llegaba al 5,1%, sobrepasando el umbral mínimo establecido en los tests de estrés.
Es decir, que se supone que con los resultados en la mano y tomando las peculiaridades del sistema financiero español en cuanto a provisiones y demás, CAM podría haber pasado la prueba en el peor de los escenarios. Y más sorprendente aún es que una entidad financiera que ha tenido que ser intervenida por problemas económicos no haya presentado nunca pérdidas, lo que evidencia el preocupante divorcio entre realidad y contabilidad bancaria.
Pocos días después el Banco de España nacionaliza la caja de ahorros, mostrando que las pruebas de estrés se quedaron cortas. Y la razón básica es que los balances bancarios no valoran adecuadamente los activos y pasivos.