Todo plan financiero empieza por el ahorro. Esta es una de las partes más fáciles en teoría, pero al mismo tiempo más complicadas. Implica hacer sacrificios en algún momento y cambiar hábitos de vida para juntar un dinero. También es la parte de la única que realmente queda bajo nuestro control, porque al final somos nosotros mismos quienes decidimos, cómo, cuánto y en qué queremos gastar nuestro dinero.
Sin embargo, un plan financiero no puede limitarse al ahorro. Una vez hayamos juntado un dinero hay que moverlo, sacarle rentabilidad. Dicho de otra forma, es necesario invertirlo y aquí es donde empiezan los problemas para la mayoría de los españoles. Si muchas veces nos enorgullecemos de ese “Spain is Different” que tanto utilizan los anglosajones, en materia financiera quizás no tengamos tantos motivos para sacar pecho y no hablo ya de la gestión económica del país. La verdad es que en este punto España también es diferente, pero para mal.
Basta con fijarse en quien gestiona el dinero de los españoles para darse cuenta de que nuestra mentalidad es diferente. Mientras el resto de países de nuestro entorno y en especial los anglosajones acuden a asesores independientes y especializados, aquí seguimos fiándonos de ‘nuestra entidad de toda la vida’. Los bancos siguen siendo los principales depositarios de los ahorros de los españoles. ¿Una buena idea?
¿Está tu ahorro bien gestionado en el banco?
En teoría, un banco puede ser capaz de obtener beneficios para sus clientes y de hecho así hacen muchos de ellos. A su favor juegan años de experiencia en el sector y una fortaleza económica que no pueden acreditar Eafis y otras alternativas. Sin embargo, todo esto tiene un coste: asesoramiento no independiente y recomendaciones sesgadas.
En contra de se puede leer en diferentes medios, no es que el «asesor financiero» del banco o el director de la oficina quiera fastidiar a sus clientes ofreciéndoles productos que les harán perder dinero o que son nocivos como las preferentes. Lo que ocurre es que, para empezar, no suelen tener la formación necesaria para ofrecer un asesoramiento real, y para terminar, cuentan con unos objetivos que no están alineados con los del ahorrador ni con sus necesidades.
Toda oficina bancaria cuenta con una serie metas comerciales que debe alcanzar, por lo que al final sus acciones están más centradas en la venta o la colocación que en el asesoramiento. Es decir, antes de ofrecer el producto que más conviene al usuario tratarán de vender el que esté más alineado con los objetivos comerciales de la entidad. Así, por ejemplo, planes de pensiones irán antes que PPAs o PIAS y pueden incluso llegar a ofrecer acciones subordinadas cuando el usuario busca un depósito.
Además, tampoco debemos de perder de vista el limitado número de productos que manejan los bancos. Sólo venden su propio producto –los fondos son una de las pocas excepciones y aun así prima la colocación del material propio-. No hace falta ir muy lejos para preguntarse si en una oferta tan limitada va a estar lo mejor del mercado e incluso simplemente lo que conviene al cliente. La respuesta lógica es que no.
Y ahora que ya sabes cómo operan los bancos ¿Crees que son la mejor opción para gestionar tu dinero?
Luis Pita, planificador financiero e Asesora.com
Imagen – Shutterstock
Estoy totalmente de acuerdo con lo expuesto. Creo que la mayoría de los españoles hemos perdido la confianza en los bancos como asesores financieros con una visión independiente y objetiva. Es interesante conocer el modelo en otros países donde la cultura de la inversión y el ahorro está más profesionalizada y funciona mejor.
No se, noto que el artículo es muy muy conservador. En si, dice verdad, pero os voy a contar otras razones de mayor peso para no dejar que los bancos gestionen vuestro tiempo de vida (el ahorro es EL TIEMPO DE VUESTRA VIDA invertido en trabajo y esfuerzo, y traducido a un medio de intercambio social: la pasta).
— Lo primero es que los bancos están apalancados en 25 sobre derivados financieros, por una exposición global equivalente a más de 10 veces el PIB planetario. Algunos superbancos, como Crédit Agricole o el Deutsche Bank, apalancados por encima de 60. Una salvajada apocalíptica, y eso es LO NORMAL. Cortesía de la desregulación de Mr. Clinton. Para agarrar vuestra pasta y echar a correr sin mirar atrás.
— Segundo, todos los bancos están totalmente atados unos a otros, y a partir de cierta masa crítica de quiebra bancaria (cada vez más baja, y ya más baja que cuando Lehman), cae la totalidad del sistema bancario mundial, o sea, vuestro banco. Una vez todos ataditos entre sí por el cuello, y bien lastrados por los Derivados del Infierno, sabed, oh mortales, que sobra capacidad bancaria por todos lados, y eso no es sostenible. Pero se lo sostiene mediante una inyecciones de liquidez de nuevo apocalípticas (triplicado reciente de la masa monetaria del USD, duplicado de la del Euro, y nosecuanto del Yen), sin correlación alguna con la evolución del PIB. Toda esa masa de confetti («imprenta de billetes» con el turbo puesto) no está produciendo ahora mismo hiperinflación planetaria porque, gestionada por los bancos, TU BANCO, la están embalsando a lo grande en las varias megaBURBUJAS especulativas actuales (y las burbujas SIEMPRE revientan, nunca se desinflan).
— Esas burbujas son, en orden probable de mayor a menor: la de derivados financieros (70% de los cuales indiciados a tipos de interés); de deudas públicas (del Tesoro); de bolsa (casi todas, y sobre todo Wall Street); del USD; de ladrillo en muchos países importantes; de casas de lujo; de subastas de arte; etc…
— Si supieses DÓNDE tiene «invertidos» tus ahorros tu banco, echarías a correr a tu sucursal más cercana, y no para felicitar al director. Lo mismo si supieses el estado contable REAL de tu banco. Años de rescates encubiertos (banco malo, carry trade de deuda pública entre el BCE y las Haciendas nacionales, de 7 Billones de USD en préstamos secretos mundiales por la Fed, los avales del Estado, etc, etc…) siguen sin haber saneado esas contabilidades secretas de TU banco, y en Japón llevan todos sus bancos en ese estado crítico indefinido 20 años.
— No hay peores ciegos que los millones de telespectadores que NO quieren ver. En cuanto cerréis esta ventana, sufriréis amnesia y no recordaréis nada de lo que acabáis de leer en estas líneas. Que tengáis un buen día.
NNZN