Hace más de un año que muchos ahorradores vieron con escepticismo como su Código de Cuenta Corriente dejaba de funcionar y tenían que utilizar el denominado IBAN siglas anglosajonas de International Bank Account Numbre. El cambio obedecía a la obligación de adaptarse a partir del 1 de febrero de 2004 a la Zona Única de Pagos en Euros que ha servido para agilizar y homogeneizar las transacciones con la monea única.
Junto con IBAN aparecieron también otros dos términos, el BIC y el Swift. El primero es el Bank Identifier Code o Código de Identificador Bancario y el segundo la Society for World Interbank Financial Telecommunication. A efectos prácticos ambos hacen referencia a la misma cuestión, el identificador necesario para el intercambio de información de bancos, si bien el segundo es el nombre de la organización que se dedica a ofrecer los servicios de mensajería financiera segura.
Qué es el Swift
El swift sirve para completar la información que ofrece el IBAN y ayuda a proporcionar un sistema seguro de intercambio de información entre bancos. Por un lado, Swift ofrece la plataforma de comunicación provada, los productos y servicios para que los bancos puedan conectarse e intercambiar información financiera de forma fiable y por otro, también permite estandarizar y automatizar las transacciones financieras,
El formato de Swift es el de AAAABBCCXXX donde AAAA es el código asignado al banco en el que está la cuenta, BB indica el país del banco y CC la ciudad, que habitualmente coincide con la central de la entidad. Por último, la triple x XXX se refiere a la oficina concreta, aunque no suele incluirse.
El Switf actúa, como el BIC, para indicar el banco que se beneficiará de una transferencia efectuada desde una cuenta.
¿Y el IBAN?
El IBAN es la forma de identificar todo tipo de cuentas bancarias, lo que anteriormente se conocía como el Código de Cuenta Corriente. La estructura del IBAN es relativamente diferente a la de la CCC en la disposición de las cifras, ya que cuenta con cuatro caracteres iniciales que basicamente sirven para idenficar el país donde radica la cuenta.
El primero es un código país con las iniciales del reino de donde radica la cuenta y el segundo es un código de control. A continuación aparecerán ya los 20 dígitos que identifican el número de cuenta.