Aunque parecía que la fusión entre ambas entidades estaba destinada al fracaso, estas han dado su mejor esfuerzo por sacarla adelante, una vez más. Ahora, se habla de un posible nuevo acuerdo de fusión para el próximo año.
Recientemente, las negociaciones entre Liberbank y Unicaja se han dificultado. Esto se debe, en gran parte, al desacuerdo generado por el reparto de poder dentro de la cúpula. Quedando tan sólo 8 días para finalizar este año, no son pocos los expertos que creen que las negociaciones no se resolverán hasta el próximo año. Para entonces, será necesario llevar a cabo una nueva diligencia.
Una fusión bancaria a contrarreloj
Los problemas que están surgiendo entre las entidades, y la razón por la que todavía no se han fusionado, es que Unicaja no acepta condiciones en las que no disponga de los puestos de mayor importancia. Así, el reparto de poder no puede ser equitativo, y mientras esto siga así, la operación no puede llevarse a cabo.
En el caso de Liberbank, la entidad ya considera que ha cedido suficiente en los acuerdos. Hay que tener en cuenta que, en la ecuación de canje de las acciones, ha sido la que menor porcentaje se ha llevado. Concretamente, hablamos de un 40,5% por parte de Liberbank, mientras que Unicaja se ha llevado un 59,5%.
Aún así, las entidades quieren seguir intentándolo, y es por eso que los equipos de los dos bancos no pararán en lo que queda de año para poder ponerse de acuerdo por fin. Y, aunque Liberbank considera que ha cedido demasiado, reconoce estar dispuesto a dar su brazo a torcer en alguna decisión más, siempre y cuando Unicaja realice algún tipo de concesión que pueda igualar la balanza de alguna manera.
Por el momento, y como ya hemos mencionado, ambos equipos de las entidades se han propuesto trabajar duro para tener una fusión preparada antes de que acabe el año. Siendo realistas, es posible que en tan sólo 8 días no sean capaces de conseguirlo. Por lo tanto, tendrían que volver a intentarlo en el nuevo año, para lo que sería necesario resetear las negociaciones y volver a realizar los análisis pertinentes sobre los balances, entre otras cosas.
Si eso ocurriera, en el peor de los casos la fusión no podría realizarse hasta finales de febrero del siguiente año, o principios de marzo. Todo depende del tiempo que les cueste tener lista una buena resolución.
Hay que señalar que, desde el comienzo de las negociaciones, Unicaja ha tomado el mando de las mismas. Aquí es donde han ido surgiendo los problemas, ya que la entidad no estaba dispuesta a ceder los puestos importantes a la entidad asturiana, mientras esta iba cediendo poco a poco con todas las exigencias de Unicaja.
Hasta que, finalmente, han llegado a la conclusión de que si no pueden ponerse de acuerdo, una operación bancaria tan importante como una fusión, no iba a tener ningún sentido. Ahora, lo que se busca es llegar a un entendimiento que satisfaga a las dos entidades, para poder realizar la fusión antes de que acabe el año.