Descubre en qué situación quedan las cuentas, los depósitos, los planes de pensiones y las hipotecas de la última entidad financiera adquirida por el Santander.
El hundimiento bursátil del Popular y su posterior compra por parte del Banco Santander tiene numerosas implicaciones. Desde el punto de vista de los accionistas y los bonistas, que, a expensas de posibles reclamaciones judiciales, lo han perdido todo: los títulos que compraron en tiempos remotos o cercanos han pasado a valer nada y lo único que les queda es esperar a ver qué determinan los tribunales en este sentido.
Desde la perspectiva de los contribuyentes, que se echan a temblar cada vez que un banco entra en una espiral renqueante. No en vano, el Banco de España ha hecho público que da por perdidos 60.600 millones de euros de las ayudas públicas a la banca, es decir, el 79% del dinero destinado al rescate que los ciudadanos han sufragado.
En este sentido, el caso más llamativo y que aún está muy vivo en la memoria es el de Bankia, que precisó de más de 22.000 millones para no irse al garete.
Recortes de personal en el Popular
Respecto a los empleados, antes o después, habrá reajustes de plantilla y cierre de oficinas en la entidad que lideró Ángel Ron en su día, dado que el Santander querrá aprovechar las sinergias que le proporcionará la compra del Banco Popular.
Los clientes del Banco Popular
Además de los accionistas, los contribuyentes y los empleados, el otro gran colectivo que puede verse afectado por la venta del Popular es el que forman los clientes de la entidad.Lo primero es tener en cuenta que un número considerable de esos usuarios, aunque indeterminado por ahora, abandonó el banco en los convulsos días que precedieron a la adquisición del Popular por parte del Santander al simbólico precio de un euro.
Asimismo, según los datos de la Asociación Española de Banca (AEB), el Popular perdió 193.000 cuentas en 2016, lo que supone el 6,6% de las que tenía, incluyendo las del Pastor y su filial de banca privada.
¿Cómo afecta la venta del Banco Popular a sus clientes?
Dejando esa cuestión aparte, son cientos de miles los que aún son clientes de la entidad. Existen, dentro de este grupo, diversos perfiles en función del producto financiero que en su día contrataron.
Cuentas
Los titulares de las cuentas corrientes u de otro tipo no tienen que preocuparse por el dinero que tienen depositado en el Banco Popular, sea cual sea el montante acumulado. En ese sentido, resulta impensable que haya un ‘corralito’, es decir, dificultades en el acceso a esos fondos. Así que la entidad financiera continúa con su actividad habitual sin restricciones.
Depósitos bancarios
Por su parte, los depósitos bancarios también están asegurados, de entrada, como mínimo, hasta una cantidad de 100.000 euros por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Nos obstante, desde las instituciones europeas se ha asegurado que, más allá de esa cifra, el dinero también está garantizado.«Los clientes del Banco Popular seguirán atendidos sin perturbación de la economía. Todos los ahorradores continuarán teniendo acceso ininterrumpido a toda la cantidad de sus depósitos», según se destaca desde la Comisión Europea (CE).
Planes de pensiones
Todos los productos del Popular están garantizados, salvo la deuda subordinada y los bonos convertibles contingentes, conocidos como ‘Cocos’. Los planes de pensiones no son una excepción y las condiciones pactadas entre el banco y el ahorrador o pensionista siguen vigentes. Ni aquéllos ni los fondos de inversión están incluidos en el balance general de la entidad.
No obstante, los planes de pensiones ligados a acciones o deuda subordinada del propio Banco Popular sí pueden sufrir una depreciación.
Hipotecas
El asunto de los préstamos hipotecarios es todo un clásico en casos de entidades quebradas, adquiridas o que viven una combinación de ambos procesos, como ha ocurrido con el Popular. El razonamiento cargado de simplismo que lleva a muchos a suponer que, si un banco desaparece, la deuda que se mantiene con él también lo hace carece completamente de validez.Al igual que en los planes de pensiones, las condiciones de los créditos, sean relativos a hipotecas o no, quedan como estaban. Así que los endeudados con los bancos deben seguir pagando las correspondientes cuotas e intereses.
Pequeñas y medianas empresas
El área de pymes siempre ha sido la ‘joya de la corona’ del banco, el objeto de deseo del sector financiero cuando el negocio marchaba viento en popa. Tan es así, que la cuota de mercado de la entidad en pymes es, nada menos, que del 17,7%. Ello significa que cerca de una de cada cinco pymes nacionales opera con el Banco Popular.
Las pymes no dejan de ser meros clientes del banco, así que, si eres un empresario dueño de una pyme que opera con el Popular, puedes estar tranquilo: la compra de éste por parte del Banco Santander nada cambia tu situación.