¿Qué pasa en Egipto? Más allá de la revuelta

En estos últimos días vimos que grandes catástrofes sociales atacaban el mundo árabe, con el bastión en la mano de uno de los países más importantes de la región: Egipto.

¿Cómo comienza la historia?

Todo se desata a consecuencia de las revueltas populares que provocaron la salida del poder y del país del ex presidente tunecino Zine al-Abidine Ben Ali el día 14 de enero. En Egipto y en otros países árabes, viendo lo sucedido en Túnez, se encendió la mecha revolucionaria y los ciudadanos salieron a las calles para protestar contra sus gobiernos.

Entonces, se inician las protestas el martes 25 de enero cuando los activistas convocaron a un “Día de Furia” contra el gobierno. A partir de ese día, las protestas se convocaron en diversas ciudades de Egipto para exigir la renuncia del presidente Hosni Mubarak, que ocupa el trono egipcio desde 1981.

Pero, lamentablemente, la falta de democracia y la fuerte presión para mantenerse en el poder, la respuesta del gobierno fue mandar a sus efectivos de la policía y a las tropas del ejército a patrullar las calles y, luego, decretar el toque de queda en las ciudades de El Cairo, Alejandría y Suez.

En estos días, ya se suman más de cien muertos y miles de heridos por el “contra ataque” policial.

Pero ¿qué sucede realmente en Egipto? Parece ser que existe una falta de libertad muy grande, democracia es una palabra poco usual en ese país, y el desempleo es lo que más abunda. Como muestra de lo que dijimos, y para ratificar el poder desenfrenado, el gobierno bloqueó el acceso a Internet y a redes sociales para que sus manifestantes no puedan organizar sus reuniones.

¿Sobre qué se pronuncian los manifestantes y qué es lo que buscan? Es lo primero que debemos preguntarnos ante una manifestación o protesta… antes de reprimir, habría que ver si esto es justo o no, y de no serlo, tampoco haría falta salir con las tropas a las calles. Pero en fin, los ciudadanos que han salido a las calles piden la renuncia de Mubarak; y no sólo eso, buscan además algunas otras libertades, más democracia y empleos.

Los problemas de Egipto son varios y radican en temas sociales y políticos como el IPC Blog y del desempleo, sin olvidar lo que es la indignación ciudadana por la corrupción política.

Corrupción que está sustentada por su presidente, Hosni Mubarak, de 82 años y que gobierna el país desde 1981. Mubarak se ha posicionado como un aliado de confianza para Occidente y ha luchado contra un poderoso movimiento de oposición dentro de sus fronteras.

Desde hace algunos años, Mubarak ha ido perdiendo la monopolización del poder, y ahora, por primera vez siente la presión para fomentar las reformas políticas, tanto desde el interior de Egipto como de su aliado más poderoso, Estados Unidos.

El problema que se desató en este viejo país, ha repercutido en otras partes del mundo. Pese a que ahora no ejerce la misma influencia en el Medio Oriente de décadas pasadas, su importancia es de mucho valor. Barack Obama pidió que Mubarak mantenga el diálogo con su pueblo, e instó a una reforma política de base. Francia, Alemania y Reino Unido, sólo pidieron por la paz y la no violencia.

Y el problema no termina aquí, dado que 2011 es un año de elecciones, donde Hosni Mubarak preparaba el camino para su hijo Gamal, aunque ahora bien, no cuenta con un gran respaldo popular.

Algunas de las consecuencias inmediatas se vieron en el precio del petróleo cuando a fines de esta semana que pasó, el barril llegaba a los 100 dólares, y nada podrá impedir que siga escalando hasta igualar el récord de los últimos 30 años, cuando alcanzó los 147 dólares el barril. Por último, la bolsa también se sintió tocada: las acciones en Kuwait bajaron 1.8% y las de Qatar perdieron 3%; mientras que en Dubai retrocedían un 4%.

Esto no es algo nuevo, la historia es una cosa sabia, y los regímenes autocráticos se convierten en insoportables. La población quiere un cambio político. Ante esto, nuestro tan fiel a la guerra, Estados Unidos, no quiere que Mubarak salga despedido aunque apoya el cambio general, para quedar bien como siempre, con Dios y con el Diablo. ¿Caerá la pirámide de Mubarak?

Imagen Silviapef

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