El precio de un Big Mac como indicador del poder adquisitivo de cada país

El índice Big-Mac es un indicador que mide el esfuerzo que cuesta comprar dicha hamburguesa en los establecimientos McDonald’s en los diferentes países del mundo. A través del mismo podemos deducir el nivel adquisitivo de los ciudadanos de los distintos países analizados.

El índice Big-Mac tiene una gran utilidad ya que sirve para saber si los tipos de cambio de las monedas están bien valorados o si, están infravalorados o sobrevalorados.

Este índice ofrece una guía para saber si una divisa se encuentra en su paridad “correcta” con respecto al dólar de EEUU.

El índice Big-Mac está basado en la teoría de la paridad del poder adquisitivo (PPP), que sostiene que un dólar convertido en moneda local al tipo de cambio vigente debe poder comprar la misma cantidad de bienes o servicios en todos los países del mundo.

Dando un ejemplo:

Una hamburguesa Big-Mac cuesta en EEUU 3,58$ mientras que en otros países tienen otros precios que oscilan entre el máximo de 7,02 dólares en Noruega y 1,83 en China. De esta manera podemos apreciar que el yuan está depreciado en un 50%. Las hamburguesas Big-Mac también son muy baratas en Malasia y Tailandia.

El indicador refleja que la mayoría de las divisas de los mercados emergentes están infravaloradas respecto al dólar (la excepción son Turquía 3,83$ y Hungría 3,86$. Por otro lado, las monedas de los países ricos están sobrevaloradas con respecto al dólar, por ejemplo, el euro.

Según la teoría de la PPP comer una hamburguesa en un Mc Donald debería costar la misma cantidad de dólares en cualquier país del mundo. A principios de año una hamburguesa costaba 4,84$ en la Eurozona: un 35% más que en EEUU. En la práctica, la situación no es esa. No existe tal paridad. Sigue siendo mucho más barato comer un Big-Mac en la mayor parte de los países en desarrollo que en cualquier otro lugar.

Sin embargo no podemos tomar este indicador como el más adecuado. El precio de un Big Mac no sólo refleja el coste del pan y la carne, si no también elementos difícilmente comerciables como los salarios o el alquiler de un local.

De esta manera el índice Big Mac no tiene mucho sentido cuando se comparan países con diferente nivel de desarrollo. Además, comer un Big Mac significa cosas diferentes en distintos países (lujo o suplicio), y los diferentes niveles de impuestos, competición o tarifas de importación para los componentes de esta hamburguesa no tienen por qué ser representativos de toda la economía de un país.

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