Las oscuras explicaciones de la operación de Prisa castigan al valor en Bolsa

Hace varios meses, el grupo Prisa anunció un acuerdo con la firma norteamericana Liberty. Según dicho pacto, habría intercambio de acciones entre Prisa y Liberty, y al final, el grupo español resolvería su problema más acuciante: responder a una deuda de casi 5.000 millones de euros. Liberty era lo que en jerga financiera se denomina «un caballero blanco», la salvación de última hora.

Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, aumentan las incertidumbres. La primera es fruto de la propia complejidad de la operación, que impide saber exactamente cómo quedará Prisa dentro de tres años, cuando se cierren todos los flecos de esta operación.

«El acuerdo es complejo y cuesta comprenderlo, lo que no favorece nada al valor» explica Iván San Félix, experto de Renta Cuatro.

Cualquier inversor que intentase comprender la operación leyendo las informaciones publicadas por El País, el medio de comunicación más influyente de Prisa, se encontraba con una serie de textos cifrados. «La nueva estructura contempla una combinación de acciones de PRISA y efectivo a entregar a los accionistas y titulares de warrants de LIBERTY y la entrega de warrants», decía El País el 4 de agosto. A causa de estas y otras confusas explicaciones, la acción de Prisa ha ido perdiendo fuelle desde primeros de agosto. Ha pasado de 2,43 euros a por más de un euro y medio en unas semanas.

¿Quién sabe despejar la enmarañada operación?

El acuerdo definitivo entre el fondo americano y Prisa «cede más poder a Liberty del reconocido en el primer acuerdo», señala León Carlos Izuzquiza, analista de Banco Sabadell. «Garantiza el rescate del grupo, pero para los accionistas de Prisa, no es un buen acuerdo», añade.

Entre otros motivos, porque diluye, y mucho, el valor de los títulos de la compañía. Primero, por la ampliación de capital que llevarán a cabo para consumar su matrimonio; y segundo, porque el precio efectivo que pagará el fondo americano por hacerse con la mayoría de Prisa es muy inferior a los 2,43 euros en que cotizaba el grupo de medios cuando anunció el acuerdo defintivo.

De hecho, «las valoraciones de las casas de análisis están rebajando el precio objetivo e inclinándose por la recomendación de venta», señala Jorge Lage, analista de CM Capital Markets. Un reciente ejemplo de esta afirmación es UBS, que han relegado a 1,7 euros el precio objetivo de la compañía, prácticamente el mismo importe al que cerró el viernes Prisa en bolsa (1,62 euros).

Las consecuencias del poder de los Polanco

La desesperada lucha de la familia Polanco por mantener el control del grupo ha jugado todavía más en favor del fondo americano, cuyo desembolso definitivo, una vez concluya toda la compleja operación y trascurran los tres años previstos en el acuerdo para consumar totalmente el matrimonio, puede situarse por debajo de los 1,5 euros por acción, según los cálculos de los analistas.

«Los Polanco han luchado, por encima de todo, por mantener al menos el 30% del capital, y no diluirse hasta el 15%, y por eso se dan unos warrants, valorados en 2 euros por acción. Pero, a cambio, a Liberty se le aplica el fuerte descuento que suele exigirse en este tipo de operaciones, y que suele rondar el 40%», explica Izuzquiza.

De ahí que el desembolso real del fondo americano sea muy inferior a los 2 euros que Prisa aseguraba haber conseguido para sus títulos con esta fusión. Y de ahí que el mercado siga penalizando la cotización del valor muy por debajo de ese precio.

También siguen abiertos interrogantes como la venta de Media Capital, requisito imprescindible para sellar la fusión y refinanciar la deuda. Se da la circunstancia que el principal candidato a adquirir la sociedad lusa, Miguel Pais do Amaral, fue quien vendió hace años la empresa a la familia Polanco. Pero no lo hizo sólo.

«Esa operación la llevó a cabo junto a Nicolas Berggruen, cofundador de Liberty», recuerda Tiago Veiga Anjos, del banco portugués BPI, quien añade: «Prisa está totalmente en manos de los accionistas de Liberty». Y eso se paga en bolsa.

Al final, el gigante de los medios de comunicación está a un paso de caer en la insolvencia, ante la imposibilidad de hacer frente a sus 4.900 millones de deuda. Y el caballero blanco que ha encontrado, el fondo estadounidense Liberty, sabe que juega con la ventaja de ser el último salvavidas de la familia Polanco, por lo que va cobrar  peaje.

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