Si uno dice la frase Riesgo País, uno se imagina rápidamente un país con muchos problemas de inseguridad, en guerra o con graves riesgos a nuestra integridad física. Pues no, no es eso. El Riesgo País es lo que se conoce también por Prima de Riesgo, y no es otra cosa que un término económico, muy escuchado por estas semanas tras la crisis de deuda que están viviendo varios países europeos, particularmente, España.
La Prima de Riesgo es un término que muestra el exceso de rendimiento o rentabilidad, medida en tipo de interés, que requiere un inversionista a medida que el riesgo de una inversión crece. Esto va de la mano con la ley de economía que dice que, a mayor riesgo de un producto, los tipos de interés deben ser mayores para que la gente quiera invertir en ese producto. Es una suma adicional pagadera a una de las partes para compensarla por la aceptación de un cierto riesgo.
La prima de riesgo se calcula restando la tasa de rendimiento de una Inversión sin riesgo, a la tasa de rendimiento esperada sobre una Inversión riesgosa, del mismo vencimiento. Es más fácil si lo ponemos en un ejemplo en números: según los datos del mercado secundario de deuda, en cuando la rentabilidad de los bonos españoles a diez años escalaba, por ejemplo, hasta el 6,37%, hace unos días, frente al 1,57% de su homólogo alemán. Esto significa una prima de riesgo de 480 puntos básicos, un 4,80% adicional.
No hay que ser demasiado conocedor del tema para imaginarse el perjuicio que esto trae aparejado en las finanzas de un país, que tiene que financiarse con tipos de interés muy altos que no hacen otra cosa que aumentar el déficit de la economía. Esto es muy simple de graficar. Se toma deuda al 6,37% anual, para pagar vieja deuda al 3,00% anual. No es ningún negocio para nadie, mucho menos para un país. Sin embargo, España no puede darse el lujo de no salir al mercado de deuda, por lo que se obligada a pagar estas tasas casi usureras que le exige el mercado.
¿Como seguira la Prima de Riesgo?
Luego del triunfalismo y la euforia desatadas la pasada semana tras conocerse las conclusiones a las que llegaron los líderes de la UE, que llevó al Ibex a revalorizarse más de un 5% y a la prima de riesgo a bajar y alejarse de los máximos marcados días antes, los analistas ya no están tan seguros de la recuperación de España. Luego de que el viernes post-cumbre europea la prima de riesgo cerró en 475 puntos, a partir de allí el camino de la misma es, cuanto menos, errático.
Si bien es cierto que la Prima se encuentra muy por debajo de los 600 puntos básicos que llegó a rozar una semana antes, un nivel nunca visto hasta entonces, los analistas no se terminan de creer que la tensión en los mercados haya desaparecido casi como por arte de magia. Aun hay muchas incertidumbres encima de la mesa, incendiadas por la negativa de apoyar al plan de rescate por parte de algunos países europeos.
Lo cierto es que España tendrá que acostumbrarse a una prima de riesgo (o riesgo país) en niveles cercanos a los 500 puntos básicos por al menos varios meses más, dependiendo de la evolución de sus finanzas.