Ni el verano, ni los chiringuitos ni el famoso efecto turismo nada parecer servir para estimular el empleo en España. Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadísticas confirman que la destrucción de empleo en España no para.
El paro subió en 53.500 personas en el segundo trimestre del año respecto al trimestre anterior, un 0,95% más, situándose el número total de desempleados en 5.693.100 personas. Esto significa que el paro subió en junio hasta el 24,63%, porcentaje casi dos décimas superior al del trimestre anterior (24,44%). Estas son las cifras más altas de la serie comparable que comienza en 2001. Remontándose más atrás, utilizando series no comparables, no se alcanzaba un porcentaje de similar desde el primer trimestre de 1994, cuando la tasa de paro se situó en el 24,55% (su valor más alto desde 1976).
Durante el segundo trimestre se destruyeron 15.900 puestos de trabajo (-0,09%), con lo que el número de ocupados alcanzó la cifra de 17.417.300 personas, su nivel más bajo desde el tercer trimestre de 2003.