Ni las dudas sobre la inminencia del rescate, ni la incredulidad sobre las pruebas de estrés del sector financiero español han pesado lo suficiente como para estropear la cita que el Tesoro Público tenía hoy con los mercados.
España ha conseguido colocar 3.992 millones en bonos y obligaciones, casi el máximo previsto y con un interés bastante más bajo que en la anterior ocasión.
En concreto, el Tesoro ha colocado 1.285 millones en bonos a dos años. Las peticiones han superado en dos veces lo finalmente colocado (1,9 veces la vez anterior) y el interés medio ha bajado casi dos puntos, al pasar del 5,204% al 3,282%.
Además, el organismo ha emitido 710 millones en obligaciones cinco años. En este caso, la demanda ha superado en 2,5 veces la oferta (2,1 veces la ocasión anterior) y la rentabilidad media también ha bajado casi dos puntos al pasar del 6,459% al 4,766%.
La mayor colocación, 1.997 millones, ha sido para el bono nuevo a tres años, pero en este caso sí ha tenido que subir el tipo medio desde el 3,845% al 3,956%. La demanda, por su parte, ha superado en dos veces la oferta (1,6 veces la anterior ocasión).
Ésta es la primera subasta que se celebra tras la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2013 y los resultados de la consultora Oliver Wyman, que arrojan unas necesidades de capital del sistema financiero próximas a los 60.000 millones.