Conoce los descuidos más típicos en el cuidado de tu automóvil… y que te pueden salir caros.
El precio de compra de un coche, el seguro que se paga por él, la forma de conducirlo, el combustible que utiliza o hasta la gasolinera que se elige para repostar son factores clave. Dependiendo de esos aspectos, entre otros, el dueño y/o conductor del vehículo podrá lograr un importante ahorro en dinero. Sin embargo, hay otra cuestión fundamental en este sentido: el mantenimiento del coche. A pesar de la importancia del trato que se le da al automóvil en el día a día (un buen uso del mismo puede significar que dure más o menos), no siempre se tiene en cuenta como los puntos citados anteriormente.
Los errores más habituales en el mantenimiento del coche
Por ello, a continuación enumeramos y analizamos los descuidos que más se repiten en el cuidado de la mayoría de los automóviles.
La correa de distribución
Una de las partes vitales para el funcionamiento de los coches es la correa de distribución. Aquellos propietarios de vehículos que han tenido que abonar su reparación saben bien lo relevante que es prestar una minuciosa atención a su mantenimiento. Tanto es así, que la correa de distribución es una de las piezas más caras de reparar si se rompe. Según datos de Autingo, plataforma on line dedicada al cálculo del precio de reparaciones y a la reserva de cita en talleres, en función del coche, el uso que se le dé y el ambiente en el que se mueve, se aconseja cambiar la correa de distribución al alcanzar entre los 80.000 y 120.000 kilómetros o cada cinco años.
El precio de reparación, hasta 4.000 euros
Mientras renovar la correa de distribución por una nueva es una reparación menor y su coste es de unos 380 euros, el coste de su reparación puede variar desde los 1.500 hasta los 4.000 euros, dependiendo de las piezas afectadas.
Un coche puede quedar inservible
En el peor de los casos, el dueño del coche puede verse obligado a comprar un automóvil nuevo, ya que la rotura de esa pieza puede dañar gravemente el motor y la mayoría de sus componentes, dejándolo en ocasiones inservible.
Repostar gasolina en un coche diésel
A pesar de que pueda parecer una error impensable, lo cierto es que es un incidente que ocurre más veces de lo que se piensa. Un descuido como éste puede resultar fatal para el vehículo. Si el conductor se da cuenta a tiempo y aún no ha puesto en marcha el automóvil, basta con llamar a la grúa del seguro para que un mecánico extraiga el combustible.
No obstante, «si ya hemos arrancado el vehículo e iniciado el rumbo, pronto notaremos su mal funcionamiento y hemos de prepararnos para reparaciones costosas. El coste de reparar este despiste varía desde los 200 euros por un simple vaciado y limpieza, hasta los 2.500 por un cambio de camisas, pistones, bielas y un largo etcétera», apuntan desde Autingo.
Exceso de aceite en el motor
Llevar aceite de más en el motor puede llevar a que aquélla salpique los cilindros. Como consecuencia, se quemará más aceite de lo normal, pudiendo alcanzar la cámara de combustión. También un excedente de aceite ocasiona que éste se airee demasiado, convirtiéndose en una especie de espuma que hará que el motor no se engrase lo suficiente, llevando a un sobrecalentamiento del mismo y bloqueos.Si el exceso de aceite se detecta a tiempo basta con vaciar el sobrante, siendo su coste de unos 40 euros, pero, si ya ha afectado a piezas claves para el funcionamiento del vehículo, la reparación puede llegar incluso a los 1.500 euros.
Sin aceite en el motor
«Tan malo es el exceso como quedarse sin aceite en el motor. Gracias al uso del aceite lubricante, las piezas móviles del motor pueden soportar grandes esfuerzos sin sufrir fundiciones, roturas o fisuras por culpa del rozamiento o las elevadas presiones. Controlar asiduamente los niveles de aceite previene de graves daños y el coste medio de un cambio de aceite es de unos 75 euros, dependiendo del modelo del coche», explican desde la citada plataforma on line.
Sin embargo, cuando el motor se queda sin aceite todas esas piezas, que son vitales para su funcionamiento, pierden su lubricación, lo que ocasiona los rozamientos y la subida de temperaturas que acaban con la rotura y gripado del motor. En este caso, la reparación es muy costosa, que en ocasiones lleva a la sustitución del motor. Dependiendo de las piezas afectadas el coste puede superar los 3.500 euros.
Quedarse sin líquido refrigerante
Otro de los elementos vitales del motor es el líquido refrigerante, que ayuda a que éste no se sobrecaliente y evita la corrosión. Si es anticongelante, protege el motor de las bajas temperaturas exteriores. Lo ideal es revisar con asiduidad los niveles del líquido refrigerante y, si es necesario rellenarlo, el coste medio es de unos 70 euros.
En cambio, si no se presta atención a que el depósito nunca se quede sin este líquido puede suceder todo lo contrario a lo anteriormente descrito. De ser así, la reparación dolerá al bolsillo, pues su coste podría alcanzar los 3.000 euros.