El Régimen Especial de Grupos de Entidades (REGE) es un mecanismo fiscal que permite a las empresas vinculadas gestionar el IVA de manera conjunta. Esto no solo optimiza el flujo de caja, sino que también puede reducir la carga tributaria y mejorar la eficiencia administrativa.
Pero, ¿cómo se conforma un Grupo de IVA y qué ventajas ofrece? En las siguientes líneas, analizaremos en detalle su funcionamiento y sus beneficios.
Requisitos para formar parte de un Grupo de IVA
Para poder acogerse al Grupo de IVA, las entidades deben cumplir con los siguientes requisitos:
- Ser empresarios o profesionales sujetos al IVA, es decir, realizar entregas de bienes o prestar servicios gravados.
- Formar parte de un grupo empresarial con una entidad dominante y, al menos, una entidad dependiente. Entre ellas debe existir una vinculación financiera, económica y organizativa.
- La entidad dominante debe poseer más del 50% de las entidades dependientes, manteniendo así el control del grupo.
Estos requisitos están establecidos en la Ley 37/1992 del Impuesto sobre el Valor Añadido, que regula la aplicación del Régimen Especial de Grupos de Entidades (REGE) para aquellas empresas que, a pesar de su independencia jurídica, mantienen una vinculación en los ámbitos financiero, económico y organizativo, permitiéndoles liquidar el IVA de manera agregada.
Ejemplo de funcionamiento del Grupo de IVA
Imaginemos una empresa matriz dedicada a la fabricación de equipamiento industrial y una filial encargada de la comercialización de estos productos. La empresa matriz, al invertir en maquinaria, suele generar saldos de IVA a compensar, mientras que la filial, al realizar ventas, tiene que ingresar el IVA a la Agencia Tributaria.
Gracias al Grupo de IVA, ambas pueden compensar sus saldos dentro del mismo grupo, minimizando la carga impositiva y optimizando su flujo de caja.