Cada día somos más digitales. Compramos online, hacemos transferencias desde el móvil, gestionamos el trabajo en la nube… y muchas veces no somos del todo conscientes de los riesgos reales que esto conlleva. Porque sí, el mundo digital tiene muchas ventajas, pero también un lado oscuro: los ciberataques.
Lo que antes parecía algo exclusivo de grandes empresas o películas de hackers, ahora le puede pasar a cualquiera. De hecho, está pasando. Autónomos, pymes e incluso usuarios particulares están cada vez más expuestos a fraudes, robos de datos, secuestros de información y un largo etcétera que no para de crecer.
Y aquí es donde entran los seguros de ciberseguridad, un producto que hasta hace poco parecía innecesario pero que en 2025 se ha convertido en una herramienta clave para proteger no solo tus dispositivos, sino también tu información, tu dinero y tu reputación.
Los ataques cibernéticos ya no son ciencia ficción
Vamos al grano: los ciberataques están creciendo. No es una suposición ni una moda pasajera. Es un problema real que afecta a empresas y particulares, y que en los últimos años se ha disparado.
En lo que va de 2025, ya se han registrado miles de incidentes graves en empresas españolas. Muchos de ellos, además, han tenido consecuencias económicas importantes: desde pérdidas de datos hasta parálisis de la actividad durante días. Y no hablamos de multinacionales, hablamos de pymes de 5 o 10 empleados, negocios como el tuyo o el de tu vecino.
El problema es que los ciberdelincuentes no descansan. Y las técnicas que usan hoy poco tienen que ver con lo que veíamos hace solo tres años. Ahora utilizan inteligencia artificial para crear ataques más creíbles, se infiltran por redes sociales, por correos aparentemente inofensivos o incluso por dispositivos conectados a la red como[…]Leer noticia completa en la fuente original